No sé si debería opinar sobre Gozu, porque me he dormido viéndola. Pero aún a riesgo de parecer arbitrario me sacaré la crítica de la manga como Miike se saca su película. El surrealismo no significa que cualquier cosa es válida, que es lo que parece querer sugerirse aquí en más de un comentario que he leído cuando he despertado de la siesta a la que amablemente me ha inducido Takashi. Podría decir a su favor que desde el principio no me interesa lo que la película cuenta; partiendo con ese handicap todo lo demás viene por añadidura: lamentablemente lo demás es poco y parece que nunca llega. También podría lanzarme a la escritura automática y pretender que esta crítica es buena y que vale, no sólo para "juzgar" el film que nos trae al caso, sino cualquier otro que ronde por estos lares al grito de "todo vale". Incluso podría terminar diciendo que no he dicho nada que no se haya dicho antes en cualquier otra crítica, lo que con toda seguridad será cierto.