Tres amigos quedan un día para comer. Según han decidido previamente, cada uno llevará algo. Llegado el día y la hora acordada ponen en común los alimentos. El primero de ellos abre un maletín que lleva consigo y muy ceremoniosamente dice:
- ¡Aquí tenéis mis buenos amigos! Para demostrar cuan espléndido soy he traído un rico manjar oriundo de las bellas tierras americanas. Se le conoce por Arachis hypogaea, y con un toque de cloruro sódico es el mejor de los aperitivos.
Dicho esto posa sobre la mesa una pequeña bolsa de cacahuetes.

El segundo extiende las dos manos al aire y con aire triunfal declama:
-¡Ahhh compañeros! Yo, inspirado por el más profundo y sincero altruismo, quisiera premiaros con unos inigualables aquenios, extraídos uno auno por mí mismo del sin par Helianthus annuus. La majestuosa planta heliotropa.
Y tras un fingido sollozo de emoción arroja sobre la mesa un puñado de pipas de girasol.

El tercero, sonriendo y no exento de cierta timidez, deposita sobre la mesa un enorme barco de sushi adornado de la manera más exquisita, una gran fuente de buey de Kobe y una botella del mejor saque.

Los otros dos se miran y piensan: "¿Pero no quedamos en traer cualquier cosa?"

A grandes rasgos eso es Eros. Aprueba porque el notable alto de Won Kar-Wai compensa los estrepitosos suspensos de sus compañeros.