Es cierto que el hecho es que “Como perros y gatos” es una película bastante infravalorada y, en cierta medida, única en su especie y en su momento… donde los animales parlantes (en cintas que no fueran de animación) como mucho eran los secundarios con los humanos como protagonistas. También era una época en la que Beethoven y Air Bud iban por sus cuartas partes y donde quedaba ya bastante lejos el éxito de “Babe, el cerdito valiente”.

Hay que recordar que Lawrence Guterman es el director de “El hijo de la máscara (La Máscara 2)” y en “Como perros y gatos” intenta dar lo mejor de sí mismo entre esos culo peludos con rabo (sí, suena fatal) entre acelerones y meneos letales. Tiene su encanto en ese ‘PLAN DE ACCIÓN PAKITO’ con Los perros de Harrelson y esa parodia de “Misión imposible”. Cien mil millones de perros confían en su olfato… y en ese equipo comprado en Canarias. También tiene su gracia ver a un pastor alemán decir NEIN, ¿o no? Pero otra cuestión es que el conjunto aguante o canse, se desmorone o nos dé completa alergia. Mermao o no mermao esa es la cuestión…

===============

—¿Da su permiso para jadear, Señor?
—Proceda.
—ahahahahahaaha