Digan lo que digan, y en mi humildísima opinión, se trata de uno de los grandes clásicos del cine policíaco (junto con "Harry el sucio", "French connection", "Mc.Q",... y alguna serie de televisión), obra (como las otras 3 partes) de ese genio subvalorado que es Richard Donner ("Superman", "La profecía, "Lady Halcón",...). Como es de esperar y desear en estas películas, la gran ciudad es un protagonista más y en el fondo el principal, la presentan como un campo de batalla y fotografían sin cesar sus grandes rascacielos, sus largas avenidas repletas de coches que nunca parecen parar, las almas perdidas que vagan por las calles, los trajeados que desde sus altas oficinas sueñan con poner un poco de orden en aquello,...
Destaca sobre todo la magnífica acción (difícil encontrar mejores malos que unos veteranos de Vietnam al otro lado de la ley, aún organizados militarmente y que trafican con la misma droga que antes combatían), los toques cómicos (aquí aún escasos y sobre todo al presentarte a los personajes pero que en la 3ª y 4ª partes son ya predominantes) y sobre todo su magnífica pareja protagonista (ahora y siempre funcionará lo de la pareja tan distinta como el agua y el vino, para correr aventuras y/o enamorarse), con un Danny Glover padre de familia amantísimo y un Mel Gibson deprimido y amargado sin otro deseo que recibir un tiro pero que va humanizándose y volviendo a la vida, a la humanidad, por el contacto con la familia de su compañero que se comporta realmente como tal. Lástima que les destroce la casa en la pelea final con el sádico de Gary Busey, pero bueno, ya pagará el seguro.
A ver si con un poco de suerte hacen la 5ª parte que ya estaba anunciada, simplemente como colofón a una de las mejores series cinematográficas de Hollywood porque las 4 ya hechas, aunque con altibajos, son buenas (solo la 2ª chirría algo) y casi ninguna otra puede decir lo mismo. Y todo gracias a Richard Donner.
Dispara, dispara, dispara, dispara, dispara, dispara, dispara, dispara, disparaaaaaaaa¡¡¡¡