Cuando se estrenó esta película, tuvo la fachada de ser un thriller del montón (predecible, con buenas escenas de acción, trama formulista, con la típica chica-florero). Pero no es así. La trama engancha durante todo el metraje, y a pesar de que tiene algunos tópicos (la chica se enamora del amnésico, el reencuentro final, etc.) y algunas escenas típicas del cine de acción made-in-Hollywood (la persecución en el mini cooper, la balacera final en las escaleras del edificio), te clava en el asiento con el fin de conocer cómo se resuelve el caso de este personaje, quien, sin memoria, pero con habilidades propias de gente peligrosa, se enfrenta, sin saber, a su propia gente, para saber qué le ha pasado.
Si la historia hubiera acabado en el final no sería muy creíble, por lo que muy acertadamente hicieron las dos secuelas, bastante interesantes, que no perjudican el buen resultado del filme, dirigido por Doug Liman, director de la estúpida Mr. and Ms. Smith.