Aunque han pasado 30 años, "Scanners" sigue en la brecha. Continúa atrayendo con una trama ágil de magnética ciencia-ficción, imágenes que están todavía en la vanguardia de las más potentes del cine, con una Jennifer O'Neill cuya belleza absoluta es inmune a la fuerza deformadora de la ficción, en una historia épica que rescata el tópico de la apoteosis del héroe. Por otra parte, "Scanners" es criatura primogénita de Cronenberg, una película muy representativa de su peculiar mitología. Se dan, pues, bajo el imperio de mis preferencias, las condiciones para disfrutar de esta maravilla telepática y telekinética.