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Spain Spain · Logroño
Dagmoeke rating:
2
Documentary A documentary about the Catholic sexual abuse scandal. FROM DIRECTOR AMY BERG: Just a year and a half ago, after spending over four years on the same story for CNN and CBS before that, a pedophile priest named Oliver O'Grady decided he would participate in the film I wanted to make. It became Deliver Us From Evil -- the story from inside the sickest mind possible, the secrets that were meant to stay in the private files and crypts of ... [+]
Language of the review:
  • es
June 30, 2010
11 of 48 users found this review helpful
Describe bien este documental el calvario de las víctimas de abusos sexuales. No hay palabras para explicar lo execrable que es ese delito.
Es una pena, sin embargo, que un claro prejuicio contra la Iglesia Católica lleve a los realizadores a abandonar la imparcialidad que se espera de un reportaje.
El tal Padre O'Grady no sólo está enfermo. Oyéndole hablar, uno tiene la impresión de que es un tipejo de cuidado. Incluso cuando habla de su arrepentimiento, resulta poco creíble. Pues bien, una "oveja negra" de tal calibre te puede tocar en cualquier colectivo. Es más grave que se dé en un sacerdote, pero sería muy injusto tildar de nefasta a la comunidad a la que le ha tocado lidiar con él. Además, un católico bien formado sabe que debe ir a la esencia, es decir, que ojalá todos los sacerdotes sean santos, pero que cuando recibes un sacramento, su eficacia no depende tanto de eso cuanto de la gracia que Dios confiere a través de ello. Hasta el mismo Jesucristo tuvo uno de sus 12 apóstoles que le salió rana...
Cuando entrevistan a padres que tanto han sufrido, todos ellos, comprensible aunque no justificadamente, despotrican contra toda la Iglesia. Da un poco la impresión de que se utiliza su dolor para hacer el máximo daño posible a la institución. Hay, sin embargo, una familia que no ha querido ser interrogada en el documental. Quizá porque tiene claro que las culpas de una "oveja negra" no tienen que ser atribuídas al colectivo al que pertenece.
Me han molestado especialmente las intervenciones de un tal Padre Gavin. Su intención es ciertamente buena a la hora de ayudar a las víctimas, pero es el típico sacerdote (los ha habido muchos en los últimos decenios) que va de progre, enmendando la plana continuamente al Papa y a la doctrina que la Iglesia ha recibido de Jesucristo. Habría que recordar que fueron precisamente esos sacerdotes progres quienes más insisten en que la Iglesia no debería ser autoritaria. Su "pastoralismo" propicióe que llegaran al sacerdocio personas indignas, y que a las "ovejas negras", sin más, se les cambiara de parroquia.
Durante 70 y 80 he visto programas de TV en los que se hablaba de la pedofilia como una legítima forma de amar. Si yo decía por aquel entonces que eso era execrable, me llamaban carca.
Por último, hay muchas afirmaciones tendenciosas. En la última década la Iglesia, aprendiendo de sus errores, ha pedido perdón y ha hecho un gran esfuerzo por purificar el clero. Pues bien, según los realizadores, sería otra artimaña más para irse de rositas. Ya me gustaría que en otros colectivos pusieran el mismo celo por arreglar lo que no va y por hacer justicia.
Por tanto, si alguien de mi familia comete un desliz, querré saber qué ha pasado exactamente, pero no toleraré que, por culpa de un prejuicio, se insulte a toda mi familia. Y me preguntaría: ¿por qué se critican tanto a mi familia? Los críticos tendrían que preguntarse: ¿por qué les tenemos tantas ganas a los de esa familia?
Dagmoeke
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