Tras ese batiburrillo o amalgama de vicisitudes se esconde un poso inspirador. La idea es darle vueltas a los límites de ciertos sentimientos y las posibles soluciones que tomaríamos como implicados. Y logra mantener al espectador, entre vicisitudes y vicisitudes. No esperamos grandes giros dramáticos, pero el guion no es desdeñable. Actuaciones dispares, pero de intensos matices coloristas. Don de una buena ambientación y fotografía que hacen que la recreación se vuelva interesante. La personal apuesta por centrar la trama en la actriz principal ganaría al volverse más coral... pero aún así no pierde el punto de fuga. El camino no es el mejor, peor lo recorre con elegancia y saber estar. Una opción de thriller interesante.