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Spain Spain · zaragoza
miguel zgz rating:
9
Drama River Phoenix and Keanu Reeves star in Gus Van Sant’s haunting tale of two young sreet hustlers: Mike Waters, a sensitive narcoleptic who dreams of the mother who abandoned him, and Scott Favor, the wayward son of the mayor of Portland and object of Mike’s desire. Navigating a volatile world of junkies, thieves, and johns, Mike takes Scott on a quest from the grungy streets to the open highways of the Pacific Northwest, in search of an ... [+]
Language of the review:
  • es
January 9, 2012
10 of 12 users found this review helpful
Nubes bañadas por atardeceres se trasladan sin rumbo.
Carreteras infinitas son custodiadas por ellas.
Dos mundos paralelos.
Y dos personajes que abanderan cada uno de estos.
Los desvanecimientos de Mike (River Phoenix) son la clave que une las piezas de un puzle desparramado.
Scott (Keanu Rives) salta de un mundo a otro con ligereza, con soltura, sin mirar atrás.
Ambos dos, conviven con la amistad, la traición, el amor, la locura que provoca la juventud y la que envuelve a los marginados. Se rodean de ladrones y del deseo.
Los dos venden sus cuerpos, pero por distintos motivos.
Mike, se aferra al pasado, le duele, pero lo persigue, como un pez remontando el río. Desesperado busca alcanzar el final de esa carretera, aunque es el principio. Pero su sueño le pierde, lo transporta en la dirección de la veleta. Él despierta y sigue caminando, con naturalidad, como si nada.
Nada tiene sentido, pero Mike cada vez ve todo más claro. A pesar de que son demasiados los silencios que martillean su mente, que separan las piezas.
Scott, camina sin prejuicios, ni ética alguna. Juega a dejarse amar y a poseer, bajo el velo de la seducción. Acompaña a Mike en su búsqueda, o eso creen todos. En realidad, ejecuta un plan. Arrastra a todo aquel que envenena. Veneno extraído del odio que siente hacia su padre. Este se lo demuestra cambiando de mundo. Bailando, riendo y follando con degenerados, con aquellos que, sino fuera por este motivo que lo ciega, ni se dignaría a mirar. Lo hace como si hubiera nacido para ello, está hecho el traje a su medida. Hasta la muerte. Después, simplemente tiene que cambiar de acera.
Hasta entonces remontan juntos el río, como peces que se acompañan, contracorriente y sin miedo al presente.
miguel zgz
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