En la filmografÍa de Truffaut la infancia es una de las constantes al menos en los primeros años. Desde el corto “Les mistons” hasta la genialidad de “Los 400 golpes”, “L’enfant sauvage” y esta.
Esta es una colección de escenas, sin un hilo dramático claro, que atrae por la espontaneidad de algunos niños y niñas. El pequeño de mono rojo es genial, el mejor. Hay algunas historias más desarrolladas, la del niño maltratado, la del niño que cuida a su padre, pero ninguna cobra suficiente vuelo, salvo en el discurso del maestro.
Todo resulta casi artesanal, incluso primario. La nouvelle vague sobre niños y niñas.
Las dos primeras veces que la vi me atrajo mucho. La tercera me ha desilusionado un poco. De todos modos esta película de 1976 permite ver lo mucho que ha cambiado en la educación. ¿A mejor, a peor?