A través de su mirada más abstracta y metafórica, Malick alcanza la cúspide de su arte gracias a este apoteósico ejercicio cinematográfico donde reflexiona, desde una postura religiosa y científica, sobre cuestiones tan inescrutables como el origen del universo, la evolución y el sentido de la vida.

La sucesión de bellas imágenes sobre la creación del cosmos y de la Tierra, esenciales para comprender un relato que trata de abarcar toda la historia del universo, terminan vinculándose con el microcosmos de una familia texana porque para Malick, el ser humano forma parte de un todo.

'El árbol de la vida' explora los misterios de la infancia y retrata la perdida de la inocencia y la búsqueda de Dios. El protagonista (Penn), vive en un mundo repleto de edificios de hormigón y pretende recuperar una alegría que perdió hace tiempo. Para ello, se evade en los recuerdos de su niñez con sus dos hermanos.

Unos recuerdos trastocados por la muerte de uno de ellos y que, por medio de una meditación –plasmada por Malick mediante una minimalista visión del paraíso cristiano–, tratará de aceptar la voluntad de Dios. La unión entre poesía e imágenes es espectacular en esta magnífica experiencia sensorial que nos lanza a hablar con Dios.