Virtuoso largometraje dirigido por Emir Kusturica.

La historia se centra en Diego Armando Maradona, el mejor jugador de fútbol de todos los tiempos. Kusturica utilizó el formato documental para seguir de cerca a su ídolo, desde principios del 2005 hasta fines del 2007, atravesando una de las etapas más tumultuosas en la vida del astro argentino.

Luego de un segundo visionado del filme (el primero fue en 2015), me queda un sabor agradable del mismo. Muchas de las críticas negativas que he venido escuchando/leyendo a lo largo de estos años apuntan al fanatismo del director para con Maradona... ¿¡Y qué!? ¿Acaso los documentales necesariamente tienen que portar una mirada crítica sobre la persona o la cuestión que trate? ¿No puede Kusturica hacer una cinta personalísima sobre algo que siempre tuvo ganas de hacer a lo largo de su carrera? ¿Si lo hace Woody Allen está bien, si lo hace Kusturica está mal?

Para cerrar mi crítica, concluyo comentando que es un buen documental. Hay imágenes realmente inéditas y parte de las conversaciones que tiene Maradona con Kusturica obtienen un valor histórico significativo a casi 18 meses de la partida del "Barrilete cósmico".