El televisivo director Matt Reeves dirige esta comedia romántica en la que un joven ve alterada la monotonía de su vida al ser el centro de un equívoco, a causa del cual se verá inmerso en un impactante embrollo. El chico en cuestión es David Schwimmer, el famoso Ross de "Friends", que repite su encasillado papel de joven tímido, torpe e inseguro, rol que hasta la fecha sólo ha variado en "Hermanos de sangre" y poco más. Schwimmer será confundido con el mejor amigo de alguien que acaba de morir lo que le ocasionará numerosos problemas al encontrarse entre la madre del difunto, una mujer fatal encarnada por Barbara Hershey y su amor de toda la vida, la oscarizada Gwyneth Paltrow, con alguna que otra situación cómica bien conseguida pero en medio del melodrama subyacente. Del resto del reparto destacar a conocidos actores que prácticamente estaban empezando, como Michael Rapaport (El sexto día), Toni Collette (El sexto sentido) o Michael Vartan (Alias). Reeves trata de realizar, con cierto aire de independiente, un estudio sobre las relaciones humanas, tanto de amistad como de pareja, pero falla a causa de la previsibilidad y convencionalismo de un guión bastante facilón.