La propia protagonista lo dice, conforme iba creciendo su conocimiento decía dejar de tener sentimientos, como miedo, empatía, etc.

La conclusión que yo he podido sacar de esta película es que somos humanos porque usamos la parte que nos corresponde usar de nuestro cerebro, pues de lo contrario no seríamos humanos, sino eso que denominamos 'máquinas'. ¿Y quién querría ser eso? Se nos habla de las supuestas ventajas de tener unas facultades más desarrolladas, yo no he visto demasiadas. Quizá conocer aquello que resulta insoportable por inasumible, por la falta de aptitudes necesarias para hacerlo por parte del ser humano no sea una buena idea, de la misma manera que veríamos disparatado enseñar ecuaciones matemáticas a animales cuyo cerebro no está capacitado para entenderlas.

La película no es aburrida pero no me ha gustado demasiado, pues no tiene nada de lo que más valoro en el cine, interpretaciones destacables, -destierran al gran Choi Min-Sik a un papel unidimensional,- personajes que permanezcan en el recuerdo y una trama seria o en su defecto, divertida. Que se queden otros con su 100%, yo prefiero sentirme persona, no robot.