Click here to copy URL
Spain Spain · Málaga
Kaori rating:
2
7.7
160,185
Animation. Fantasy. Comedy. Adventure. Kids The delightful TOY STORY provides the answer to the a kid's most important question: What happens when you leave toys alone in a room? Well, it seems that they come to life! Young Andy's playthings, including the sardonic Mr. Potatohead, a Slinky Dog with a southern drawl, an anxiety-ridden dinosaur, and some very gung-ho toy soldiers, are led by Woody, a pull-string cowboy doll whom Andy adores. But on his birthday, Andy receives a ... [+]
Language of the review:
  • es
December 29, 2012
12 of 34 users found this review helpful
Había visto otras muchas veces «Toy Story», pero quizá por falta de interés o por condescendencia nunca me había parado a pensar en lo que supone. A lo mejor es que estoy en una fase en la que no paso ni una si de animación hablamos, y de ahí que haya visto con toda nitidez los perjuicios de esta película.

Para nuestra desgracia y la desgracia de las generaciones venideras, a partir de «Toy Story» tenemos que sufrir esa nueva animación tan revolucionaria y monstruosa que producen los ordenadores. ¿Debemos agradecérselo? Es cierto, sí, es cierto, que ha avanzado mucho, y ya los humanos parecen hasta humanos; pero que en su momento, y que aún hoy, esta técnica, tal cual la vemos aquí, enamorara al mundo escapa a mi entendimiento. Y que a partir de entonces todos se apuntasen al carro de lo digital es ya patético. Yo seguiré fiel, sin embargo, a los lápices y a los cuadernos, que aún no los ha superado (y eso sí tiene mérito) ningún píxel.

La historia, en dos palabras, me repatea. Confieso que la leyenda de los juguetes animados me resultaba de pequeña tremendamente atractiva; me lo creía, me recreaba en esa idea, y colocaba mis muñecos a los pies de la cama pensando en lo que ellos mismos pensarían de mi, y qué habría en esos corazones mecánicos tan amados. No he dejado de creerlo.

Y que ahora vengan los lumbreras de Pixar, queriendo ser tan geniales, a cargarse esa fantasía es para tirarse de los pelos. Pero, ¿es que estos señores tan estupendos y modernos no han leído a Andersen? Los juguetes y su mundo particular fascina y fascinará a niños y a adultos; pero fascina ese milagro de los cuerpos huecos y las sonrisas pintadas con un aliento de vida prodigiosa, ese deambular nocturno y prohibido para el ojo humano; esa especie de sortilegio que construye un universo desconocido donde reinan otros sueños y otras leyes. En definitiva: fascina lo maravilloso, un concepto completamente perdido en el Cine, quizá porque supondría potenciar en las personas el alma, y no el cerebro.

Así, «Toy Story» se limita a crear unos personajes con unos conflictos que calcan el mundo de los humanos pero en pequeño, y ya está. Además, un mundo prosaico y prácticamente caricaturizado, donde los juguetes celebran asambleas para discutir el orden del día, ligan como los chavales en la barra de la discoteca y van por la calle como si tal cosa, y sin que nadie les vea. Una mediocridad absoluta, vamos.

El título de mi crítica, como algunos se habrán dado cuenta, no corresponde a «Toy Story» (cuya frase más importante es esa idiotez de «Hasta el infinito, y más allá»), sino de una canción; canción que seguro, seguro, Lasseter no ha escuchado.
Kaori
Did you find this review interesting and/or helpful?
arrow