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Jark Prongo rating:
6
Horror. Comedy Lester Parsons has a lot of problems. First of all, he's addicted to gambling, but is absolutely terrible at it, leaving him with massive debts to his bookies. Second of all, he has an unnatural taste for human flesh. But luckily for Lester, he has discovered a way to solve both problems at once, by romancing wealthy widows, then slaughtering them for their money and meat. A problem arises, however, when a mysterious blackmailer aims to ... [+]
Language of the review:
  • es
September 14, 2012
8 of 11 users found this review helpful
1988 fue el año en el que Lucio Fulci parió su peor película (Los Fantasmas De Sodoma), dejó a medio terminar una basura maravillosa (Zombi 3, finalizada por 2 embajadores del pus como Claudio Fragasso y Bruno Mattei) y entregó a sus más acérrimos seguidores el borrador de lo que sería año y poco después Un Gato En El Cerebro, su obra más reflexiva y metacinematográfica. Ese ensayo es La Sombra De Lester aka El Espejo Roto -no confundir con la infrapelícula homónima de ese mismo año firmada por Mario Bianchi-, una TV Movie con destacables ejercicios de experimentación formal no vistos desde la cámara psicótica que filmaba el modo de ver las cosas de un criminal en Angst (G. Kargl) y una no menos reseñable radicalización de su discurso misógino como canalizador de la violencia (en la ficción, ojo, que Fulci en la vida real era un ¨lloraviudas¨).

Lester Pearson es un gigoló vestido como mandan los árbitros de la moda italianos para el galán otoñal: barba perfectamente recortada, pelo hacia atrás anegado en gomina, gafitas ridículas y pantalones chinos con polos metidos por dentro. Tiene una curiosa costumbre, que no es otra que descuartizar mujeres para triturar su carne y comerla durante la proyección de sus hazañas en cama con ellas. Otra parafilia de tantas, solo que quizá fea a ojos de la ley. Las mujeres con las que se encama sin quitarse los calzoncillos (¿guiño a Andrés Pajares?) tienen deformidades tales como una tez peluda, un cuerpo, así en general, horrendo, no concupiscible, o un labio perpetuamente en mueca de asco, como si tirase de él un anzuelo invisible con cuerda en tensión máxima. Nada a lo que no hayamos invitado cualquier noche a un par de Fantas de horchata con la sana intención de descubrir su anatomía. Luego descubrimos que está turulato, que tiene un doppelgänger y otra serie de cosas que no importan una mierda, la verdad, pero permitidme que os ilustre lo interesante de la película.

Venga, que vamos:
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details. View all
Jark Prongo
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