Sabéis la sensación de recordar una película o serie de la infancia con cariño y como si fuera lo mejor del mundo pero que luego la vuelves a ver y te parece el mayor bodrio de la historia? Pues con Malcom no me ha pasado a diferencia de la mayoría de series o películas que veía de pequeña.

Me parece genial que sea tanto para un público más pequeño como para uno más adulto y con buenas actuaciones. Además de hacer reír de forma sencilla sin diálogos pedantes.