Pocas veces se da el caso de que un telefilm supere a la mitad de producciones que se estrenar anualmente en lo cines, y aquí estamos en el caso. Producida por la gran HBO, la cinta narra como un doctor practicó la eutanasia a multitud de pacientes que se la solicitaron, cosa que irritó a los sectores más radicales del cristianismo, que lo tacharon de asesino, y le llevaron al juicio público que nos narra la cinta.

Más allá de la posición que tengas ante la eutanasia (yo estoy muy a favor, y me cuesta entender que alguien con un poco sentido común, y que piense por sí mismo esté en contra), la cinta ha de valorarse por como cuenta la historia, que en este caso se cuenta de manera lineal, y con bastante destreza. A pesar de un ritmo lento (aunque no llega a aburrir), la cinta consigue meterte de lleno en el asunto, y consigue que estés enganchado al mismo hasta el final, cosa que se consigue en parte gracias a las actuaciones, en especial la de un Al Pacino, que después de años haciendo porquería, demuestra que a la hora de actuar no hay nadie como él (con permiso de De Niro). Pacino logra impregnar de muchos matices a un personaje tan complicado como este doctor. Los secundarios no están mal, tanto Sarandon, Huston, y Goodman cumplen a la perfección con su cometido.

En definitiva, una cinta muy interesante, que como he dicho antes podría haberse estrenado en cines sin ningún problema, ya que es mejor que la media de lo que se estrena. Y para acabar, comulgo con lo que reza el eslogan, 'It's not TV, It's HBO'.

Lo mejor: Al Pacino, y el guión.
Lo peor: Se alarga demasiado en su parte final.

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