Como persona que ha visto casi la centena de películas zombis, intento sacar siempre el punto especial a cada una, la diferencia, la sorpresa.

Pese a sabiendas de que todas tienen el mismo ADN en un porcentaje altísimo (y esta no es la excepción) sí que consigue aportar varios elementos de interés.

El apocalipsis lleva algún tiempo en Australia, y nuestros protagonistas lo saben, nos ahorraremos el drama y miedo de descubrir nada porque ya sabemos lo que hay. Kits específicos del gobierno para la eutanasia, síntomas y duración de estos exacta. El que resulta infectado lo sabe, lo asimila y se lo toma con la filosofía que pueda.
Pero cuando llevas un bebé a cuestas la cosa cambia... y ahí la esencia de la película.

Una película que muestra bastante drama humano, de familia, de amor, de amistad. Me da la sensación de que no transmite todo lo que debiera, pero ahí está.
Los zombis pese a ser un riesgo real quedan bastante en segundo plano, y los villanos de turno por suerte también. Aquí lo que impera es el planteamiento, su novedad. El ver cómo se afrontaría semejante situación, qué decisiones se tomarían, cómo otras culturas y formas de vida harían frente a lo que acontece.

En resumen, es una película interesante, sin grandes alardes visuales, ni de diálogos pero que resulta algo diferente dentro del género.