(Complejísima historia que en un solo minuto obliga a escribir millones de palabras para intentar poder desentrañarla en todos sus matices y abismos, en todo su dramático desempeño y gigantesca tragedia, de lo contrario quedaría coja esta crítica, parca, roma, que trata inútilmente de nombrar el misterio que rodea a este corto, que tiene que hablar inevitablemente del tema eterno de la madre frente al sufrimiento de la descendencia, ese ser que trae al mundo para nada, para continuar la senda del humano desencuentro, la repetición idéntica de, por lo menos, 550.000 padecimientos antes que el suyo, toda esa gente tanta gente, absurdamente, pese a tantas excepciones que ahora ignoramos porque nos conviene, pese a que cada caso es un mundo)
Del dolor de una madre y la desgracia de un hijo.
Ejercicio de despojamiento formal que supone una cala en el cine siempre interesante de Juan Antonio.