Average rating
4.3
Ratings
2,820
Reviews
2,819
Lists
0
Movie recommendations
- Ratings by category
- Contact
-
Share his/her profile
Ferdydurke rating:
2
6.2
11,098
Drama
Based on the real scandal, BOMBSHELL is a revealing look inside the most powerful and controversial media empire of all time; Fox News, and the explosive story of the women who brought down the infamous man who created it: Roger Ailes.
Language of the review:
- es
March 7, 2022
4 of 7 users found this review helpful
A destajo.
Me esperaba algo espantoso y, gracias a dios, no, es o fue solo atroz, no hay para tanto, soy un exagerado, anticipo el miedo, no hay caso.
Esto, todo esto nada menos, descalzaperros, con pantalones no hubiera acaecido. Es lo que pasa, que las vistes como putas y al final se arma, la más dura y gorda (la de dios es cristo), todo por un sueño, las faldas las carga el diablo y los hombres los pobres babean, (casi) siempre erectos, aun con cachavas y ya (práctica-virtualmente) muertos dale que dale a la concupiscencia y el desenfreno, tanta jodienda.
Monstruosa mezcla de espectáculo de barraca de feria, de letrina y papel de váter, verdulera, corrala, puritanismo poco camuflado me ha tocado, el sexo morbo como centro/cebo/celo y motivo de todo, me pierdo, lo único que tengo vendo, moralismo de tercera, espantaviejas, hipocresía barata, tontería, superficialidad, simpleza, banalidad, miseria y cutrez a espuertas, estercolero, lupanar, viva la madre tierra.
Ahora, de un tiempo a esta parte, al imperio del norte le ha dado por ponernos este rancho rancio sexual todos los días como la única posible dieta y la gente a tragar se ha dicho, la boca muy abierta, sí, ama, como en la mili puta, lentejas (ya quisiéramos) y si no las dejas, la misma música para todo, obsesivamente, hasta que se cansen y cambien de menú o la tonada, hasta que se nos salga por las orejas la comida, mama, hasta que estemos todos vacunados e higienizados, vaciados, expurgados, ablucionados, que no abducidos, limpios de polvo y paja, seguro, nada acosadores o abusones, castos y puros, benditos, contritos, en Dios nuestro señor hermanos, que tu mano derecha tan buena no sepa jamás lo que hace la siniestra, la buscona, la perdida.
El grotesco intento de hacer pasar por interesante, pistonudo, de mucho alto copete, la mar de sofisticado, de altos vuelos, hay que ver estos yanquis cómo se lo montan los cabrones, son vertiginosos-estrepitosos, ay, señor, qué infierno, las andanzas o aventuras venéreas de tipos y tipas bajos y viles, trepas y cafres, ninfas y sátrapas, en prime time, amor horror y lujo, será por dinero si lo tenemos por castigo, lo peor de cada casa, espejo deformado, lo cual no da ni para una infame reseña en una chusca gacetilla de pueblo.
Sí, ahora nos enteramos de que tipejos gordos y feos pretenden follarse, pasarse por las armas, elevar, fijar y dar esplendor, a sabrosas damiselas inocentes como una monjita coja que nada más quieren hacer carrera, tras tanto estudio y máster del universo, harvard, yale y lo que te rondaré rubia, abrirse camino en ese proceloso mundo de las noticias que más me pirran, que se la chupen un poco, si acaso la puntita, por compasión o caridad, me llevo las manos a la cabeza y no me lo creo, se me abren las carnes, qué sorpresa ferpecta, menudo derrumbe, hay que ponerle coto, de hecho, en eso están, en ello, de cabeza, no se hable más, esto del mamar se va a acabar, pido perdón, no volverá a pasar, nunca mais.
Yo al principio dudaba un tanto de lo que allí me estaban contando, demasiado ruido y artificio, lo siento, pero en cuanto las vi, tanto a Nicole (muy natural) como a Charlize (igual), con mucho niño/crío a cuestas, rodeadas, al retortero del amor hogareño ese calor maternal que arropa en el más frío invierno, qué buenas mamas, a lo lejos se nota o huele, no tanto el viejo repugnante, la cara y el alma, asqueroso como para darle de comer aparte, a un cerdo, tan listo y despejado, un éxito viviente, se hizo de oro, como para dejarse grabar a modo, obsceno obseso, ni dura ya se le pone, qué asco, lo tuve claro, voy con ellas, de su equipo, yo también animo, me sumo, me fumo el puro.
Pero lo que más me gustó es el rico mundo interno de Margot Robbie, un personaje de rechupete, complejo, fino, fabuloso, creíble, con un gran arco rango dramático, posible, increíblemente verosímil y éticamente admirable, pobre chica, (casi) seducida y abandonada, qué maravilla, un Óscar para el que la pergeñó o la delineó si ya existe o existiese, chupi piruli.
Estoy completamente seguro de que tras este escandalazo de padre y muy señor mío, no te menees, que tanto nos remueve todas las entretelas y el alma perturba (al españolito medio y al indonesio si cabe con más ahínco), nada será igual, por lo que allí, en la FOX, vivero abyecto derechoso, ya no hay nada de eso y por añadidura diría que casi tampoco apenas en el resto, ahora todos se comportan como dios manda y los jefes ya no se lanzan encima de sus secretarias o subalternas a las primeras de cambio, qué va, ahora les mandan flores y piden citas, como mucho un piso en Manhattan para abrir boca les ponen, a ver si hay suerte y ellas pillan la sutil (y algo cara, por qué no decirlo) indirecta, les ruegan su ansiado consentimiento, ese permiso, déjame entrar, incluso por mucho que estas cándidas mujeres se les pongan a tiro o tanto se les ofrezcan en bandeja de plata, les supliquen (de rodillas), se dice que ha habido algún rarísimo caso en ese extraño sentido, dejo constancia de ello, que no, te he dicho, pesada, pedorra, no me agobies, no me toques, pepa, eso que nos llevamos por delante, tanto hemos cambiado.
Me esperaba algo espantoso y, gracias a dios, no, es o fue solo atroz, no hay para tanto, soy un exagerado, anticipo el miedo, no hay caso.
Esto, todo esto nada menos, descalzaperros, con pantalones no hubiera acaecido. Es lo que pasa, que las vistes como putas y al final se arma, la más dura y gorda (la de dios es cristo), todo por un sueño, las faldas las carga el diablo y los hombres los pobres babean, (casi) siempre erectos, aun con cachavas y ya (práctica-virtualmente) muertos dale que dale a la concupiscencia y el desenfreno, tanta jodienda.
Monstruosa mezcla de espectáculo de barraca de feria, de letrina y papel de váter, verdulera, corrala, puritanismo poco camuflado me ha tocado, el sexo morbo como centro/cebo/celo y motivo de todo, me pierdo, lo único que tengo vendo, moralismo de tercera, espantaviejas, hipocresía barata, tontería, superficialidad, simpleza, banalidad, miseria y cutrez a espuertas, estercolero, lupanar, viva la madre tierra.
Ahora, de un tiempo a esta parte, al imperio del norte le ha dado por ponernos este rancho rancio sexual todos los días como la única posible dieta y la gente a tragar se ha dicho, la boca muy abierta, sí, ama, como en la mili puta, lentejas (ya quisiéramos) y si no las dejas, la misma música para todo, obsesivamente, hasta que se cansen y cambien de menú o la tonada, hasta que se nos salga por las orejas la comida, mama, hasta que estemos todos vacunados e higienizados, vaciados, expurgados, ablucionados, que no abducidos, limpios de polvo y paja, seguro, nada acosadores o abusones, castos y puros, benditos, contritos, en Dios nuestro señor hermanos, que tu mano derecha tan buena no sepa jamás lo que hace la siniestra, la buscona, la perdida.
El grotesco intento de hacer pasar por interesante, pistonudo, de mucho alto copete, la mar de sofisticado, de altos vuelos, hay que ver estos yanquis cómo se lo montan los cabrones, son vertiginosos-estrepitosos, ay, señor, qué infierno, las andanzas o aventuras venéreas de tipos y tipas bajos y viles, trepas y cafres, ninfas y sátrapas, en prime time, amor horror y lujo, será por dinero si lo tenemos por castigo, lo peor de cada casa, espejo deformado, lo cual no da ni para una infame reseña en una chusca gacetilla de pueblo.
Sí, ahora nos enteramos de que tipejos gordos y feos pretenden follarse, pasarse por las armas, elevar, fijar y dar esplendor, a sabrosas damiselas inocentes como una monjita coja que nada más quieren hacer carrera, tras tanto estudio y máster del universo, harvard, yale y lo que te rondaré rubia, abrirse camino en ese proceloso mundo de las noticias que más me pirran, que se la chupen un poco, si acaso la puntita, por compasión o caridad, me llevo las manos a la cabeza y no me lo creo, se me abren las carnes, qué sorpresa ferpecta, menudo derrumbe, hay que ponerle coto, de hecho, en eso están, en ello, de cabeza, no se hable más, esto del mamar se va a acabar, pido perdón, no volverá a pasar, nunca mais.
Yo al principio dudaba un tanto de lo que allí me estaban contando, demasiado ruido y artificio, lo siento, pero en cuanto las vi, tanto a Nicole (muy natural) como a Charlize (igual), con mucho niño/crío a cuestas, rodeadas, al retortero del amor hogareño ese calor maternal que arropa en el más frío invierno, qué buenas mamas, a lo lejos se nota o huele, no tanto el viejo repugnante, la cara y el alma, asqueroso como para darle de comer aparte, a un cerdo, tan listo y despejado, un éxito viviente, se hizo de oro, como para dejarse grabar a modo, obsceno obseso, ni dura ya se le pone, qué asco, lo tuve claro, voy con ellas, de su equipo, yo también animo, me sumo, me fumo el puro.
Pero lo que más me gustó es el rico mundo interno de Margot Robbie, un personaje de rechupete, complejo, fino, fabuloso, creíble, con un gran arco rango dramático, posible, increíblemente verosímil y éticamente admirable, pobre chica, (casi) seducida y abandonada, qué maravilla, un Óscar para el que la pergeñó o la delineó si ya existe o existiese, chupi piruli.
Estoy completamente seguro de que tras este escandalazo de padre y muy señor mío, no te menees, que tanto nos remueve todas las entretelas y el alma perturba (al españolito medio y al indonesio si cabe con más ahínco), nada será igual, por lo que allí, en la FOX, vivero abyecto derechoso, ya no hay nada de eso y por añadidura diría que casi tampoco apenas en el resto, ahora todos se comportan como dios manda y los jefes ya no se lanzan encima de sus secretarias o subalternas a las primeras de cambio, qué va, ahora les mandan flores y piden citas, como mucho un piso en Manhattan para abrir boca les ponen, a ver si hay suerte y ellas pillan la sutil (y algo cara, por qué no decirlo) indirecta, les ruegan su ansiado consentimiento, ese permiso, déjame entrar, incluso por mucho que estas cándidas mujeres se les pongan a tiro o tanto se les ofrezcan en bandeja de plata, les supliquen (de rodillas), se dice que ha habido algún rarísimo caso en ese extraño sentido, dejo constancia de ello, que no, te he dicho, pesada, pedorra, no me agobies, no me toques, pepa, eso que nos llevamos por delante, tanto hemos cambiado.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
View all
Spoiler:
La pareja de abogados de Nicole es fascinante, me los llevaría a una guerra conmigo, igual que todo el proceso legal investigatorio que nos muestran al respecto, acojonante.
Está claro que todo esto surgió espontáneamente de un día para otro, sin plan ninguno, a la buena de dios, en un repente este último grito u ola, lo de denunciar/liberar la situación de la mujer en Occidente, revolución perpetrada, a la fuerza ahorcan, por ellas, así es, y si no, si por casualidad tal vez son muchos los hombres privilegiados que participan activa económicamente, incluso con el grave riesgo de tener que dejar de abusar de ellas, de perder toda su supremacía y hasta tenerlas como justas competidoras profesionales, de tú a tú, solo puede haber o hay una jodida explicación, y es que esos seres humanos masculinos tan ricos y poderosos, los que financian estas películas y pagan a las estrellas de jólivud todo ese manantial de dinero que tanto se merecen con el sudor de su frente y financian tantas campañas y proyectos emancipatorios, se han dado por fin cuenta de que esto no puede seguir así, su conciencia les atormentaba por las noches y han dicho basta, queremos dormir tranquilos, que nuestras hermanas, primas, hijas, madres o esposas quizás tan millonarias (o un poco por lo menos, con las migajas van tirando las pobres) como nosotros dejen de estar explotadas por los hombres, por ti, querido lector o crítico de estas páginas, tal vez fontanero, que en tu condición de hombre, lo sepas-quieras o no, te aprovechas de ellas en lo micro y en lo macro, ya que esta gente rica, como bien dijo López Vázquez en Atraco a las tres, tienen una moral diferente a la nuestra, muy superior por cierto en todo, más ancha y larga, capaz, omnipotente, el rico lo es, entre muchas otras razones, también por eso, y atienden ciegamente, aunque un poco tarde, nunca lo es, a la llamada de la justicia y la igualdad, porque en el fondo, y en la superficie, nos quieren mucho, al género humano como tal, como concepto y también de uno en uno, en fila, de ahí toda su filantropía y donación constante (los grandes bancos, por ejemplo, por no irnos muy lejos, no paran de hacer obras de caridad, es un no parar, te ganan por goleada, hermano, ponte a ello), ya que saben que les conviene que seamos lo más felices y libres posibles, y además se compadecen siempre de los más débiles, esa es la causa de esta avalancha tan benéfica, y se agradece y ya se aprecia este giro que han pegado los acontecimientos, el volantazo inusitado, inaudito, el cambio (del cambio) de dirección, cada día está todo un poco mejor, que bien por las mujeres, ya era hora, ya les tocaba disfrutar un poco también a ellas, dejar por fin aparcada la fregona, yo lo gozo, el haber nacido en el mejor momento posible, llenos de gente buena, magnánima y concienciada, rodeados de esperanza, en este instante justo y no cualquier otro.
Está claro que todo esto surgió espontáneamente de un día para otro, sin plan ninguno, a la buena de dios, en un repente este último grito u ola, lo de denunciar/liberar la situación de la mujer en Occidente, revolución perpetrada, a la fuerza ahorcan, por ellas, así es, y si no, si por casualidad tal vez son muchos los hombres privilegiados que participan activa económicamente, incluso con el grave riesgo de tener que dejar de abusar de ellas, de perder toda su supremacía y hasta tenerlas como justas competidoras profesionales, de tú a tú, solo puede haber o hay una jodida explicación, y es que esos seres humanos masculinos tan ricos y poderosos, los que financian estas películas y pagan a las estrellas de jólivud todo ese manantial de dinero que tanto se merecen con el sudor de su frente y financian tantas campañas y proyectos emancipatorios, se han dado por fin cuenta de que esto no puede seguir así, su conciencia les atormentaba por las noches y han dicho basta, queremos dormir tranquilos, que nuestras hermanas, primas, hijas, madres o esposas quizás tan millonarias (o un poco por lo menos, con las migajas van tirando las pobres) como nosotros dejen de estar explotadas por los hombres, por ti, querido lector o crítico de estas páginas, tal vez fontanero, que en tu condición de hombre, lo sepas-quieras o no, te aprovechas de ellas en lo micro y en lo macro, ya que esta gente rica, como bien dijo López Vázquez en Atraco a las tres, tienen una moral diferente a la nuestra, muy superior por cierto en todo, más ancha y larga, capaz, omnipotente, el rico lo es, entre muchas otras razones, también por eso, y atienden ciegamente, aunque un poco tarde, nunca lo es, a la llamada de la justicia y la igualdad, porque en el fondo, y en la superficie, nos quieren mucho, al género humano como tal, como concepto y también de uno en uno, en fila, de ahí toda su filantropía y donación constante (los grandes bancos, por ejemplo, por no irnos muy lejos, no paran de hacer obras de caridad, es un no parar, te ganan por goleada, hermano, ponte a ello), ya que saben que les conviene que seamos lo más felices y libres posibles, y además se compadecen siempre de los más débiles, esa es la causa de esta avalancha tan benéfica, y se agradece y ya se aprecia este giro que han pegado los acontecimientos, el volantazo inusitado, inaudito, el cambio (del cambio) de dirección, cada día está todo un poco mejor, que bien por las mujeres, ya era hora, ya les tocaba disfrutar un poco también a ellas, dejar por fin aparcada la fregona, yo lo gozo, el haber nacido en el mejor momento posible, llenos de gente buena, magnánima y concienciada, rodeados de esperanza, en este instante justo y no cualquier otro.