Respiro hondo...me relajo...BUAAAHH! Miedo y asco en la Bolsa. Meses esperando con gusanillo a Scorsese y Di Caprio y qué gamberrada, qué apoteósis viciosa, que reflejo de los infiernos que provoca la especulación bursátil sin tener que mostrarlos ni un segundo, qué provocación de risas flojas, tontas y media mueca, como si sintieras ese hilo flojo del que pende un sistema frágil y déspota y te libras con un macabro chiste. El nervio de Scorsese es controlado con los rayos de la interpretación de Leo y una suerte de Joe Pesci sin pelotas que es el genial Jonah Hill. Un guión espectacular en los textos (los speech de varios minutos son demoledores) pero previsible en el desarrollo de la trama, porque Scorsese es tan sobrado que se nutre de su filmografía para hacer una Godfellas (ascenso, gloria, caída) para poner un sello, una guinda que encumbra esta obra, una diferenciación que pone punto final a la idea de Martin Scorsese: En la mafia si la cagas o te vuelan la cabeza o debes desaparecer siendo un chivato. En cambio, en este sistema de estafas legales, siempre es posible y relativamente fácil volver a empezar un negocio que te encumbra rápidamente y, sobre todo, te hace sentirte dueño del país, del mundo, y del bien y del mal. Di Caprio lo clava, haciendo un papelón de yonqui ricachón y sabiendo mantener desde el principio que el protagonista vive desde niño lejos, muy lejos de la realidad. La película consigue hacerte sentir en el infierno.

Drogas, trastornos sociales, gatillos de famílias en forma de llamadas telefónicas y estafas piramidales, mafias legales. Brutal, divertidísima, firme, espectacular.

Hay que destacar que la peli cae acertadamente en expresar el tremendo machismo y patriarcado gobernante. Se pasan mil. Como en Godfellas, hay muchas preguntas para picar a los currantes. Qué harías en su lugar? Sin filtros, tú decides. Grande Martin.

Lo mejor: Los speech, tanto los de Di Caprio en las oficinas de bolsa, como el de Mc Conaughey al inicio del film. Jonah Hill.

Ains: Trama previsible y Suiza tratado con menos seriedad que el resto de ambientes. Merecía algo más, no da sensación del poder que tiene.

Atentos a: La escena donde Popeye hace presencia...ataque de risa prolongado.