Nana es un anime centrado en la relación de las protagonistas con su entorno. Si bien la narrativa es coral, la que realmente toma un rol más protagónico acaba siendo “Nana Komatsu” (Hachi) más que “Nana Osaki”, ya que vemos el mundo a través de los ojos de ella. La serie tiene un gran desarrollo de personajes, las protagonistas y su entorno están bien definidos permitiendo al espectador comprender sus acciones tras desarrollar los microcosmos de cada personaje.

Las relaciones entre los distintos personajes se desarrollan de forma coherente a medida que avanza la serie consiguiendo unas relaciones realmente humanas donde la empatía, la incomprensión o el odio encuentran su espacio en la reacción del espectador ya que aborda la vida desde un punto realista, donde el sentimiento de la nostalgia queda impregnado en toda la serie.

El apartado técnico de la serie está sumamente cuidado; tanto la música extradiegética como la diegética es excelente y la animación es fluida y de gran calidad.

No es un anime perfecto, por momentos abusa del drama y la historia se encuentra inconclusa, pero estas imperfecciones no eclipsan la grandeza del mismo.