Esta pequeña joya de ciencia ficción española había pasado totalmente desapercibida para mí, y lo cierto es que está muy bien, con un guión cuidado, lo cual es crucial en una película de viajes en el tiempo.

Javier Gutiérrez siempre borda el papel de malo. Lo mismo es una bellísima persona, pero tiene un aire de chulaco, de cabroncete, y eso le ayuda en estos papeles. La verdad es que desde que lo vi hacer un papel así en la serie Aída, me dio tanta rabia que ya lo encasillo.

Adriana Ugarte es muy mona, pero como actriz me parece regulera.

Algunos puntos del guión que quieren ser una sorpresa, resultan predecibles. Aún así, es una peli muy digna.