Está muy bien este documental, porque muestra lugares visitables de nuestra geografía, y cómo quedan después en pantalla gracias a la magia del cine. También narra el día a día de los extras, y cómo vivieron los habitantes del pueblo semejante acontecimiento, llenando la historia de anécdotas.

Me asombra que gran parte del elenco fuese tan cercano y se integrara en el día a día del pueblo, pese a ser grandes estrellas mundiales. Habría que ver en la misma situación a muchos actores y actrices patrios, con mucho menos caché, que seguro que no saldrían del hotel para no ser molestados, y tratarían con desdén a "los pueblerinos".

Y por supuesto, todos hablando maravillas de la gastronomía y la calidez de la gente. Normal, no iban a hablar mal. ¿Que iban a ganar con ello?

No es que sea un documental imprescindible para los amantes de la serie, pero se ven algunas curiosidades.