Esa belleza, ese humor, esa paquidermo travieso y carnavalero, ese movimiento ondeante de la espuma que entra, sale y se desaparece cuando comienza la sesión de jazz. Hrundi parece no llegar a su cenit, porque primero debe preocuparse de dejar los lastres caídos, debe de dejar de mascullar y mejor hablar a la hora de hacernos reír y debe demostrarnos si está listo para ser el hombre del caos por más inocente e inofensivo que se le vea.
Aunque Sellers se ganaba los mejores apuntes tras el Doctor Strangelove y repetirse el plato con el poco diestro inspector Closeau, sinceramente yo lo conocí a través de esta clásica comedia de culto y quizá criminalmente subestimada.
Todos podemos ser actores en alguna vez si es que no llegas a salir de la academia de teatro con cartón en mano, es fácil consumirse y codearse por geniales rostros.
=ESE BUEN TIRO VAQUERO
=NOTHING FOR SAY EN UN COVER BOSSA NOVA QUE ENAMORA CON SU BUENA VOZ
=A LA HORA DE TOCAR LA TROMPETA DE LA BATALLA, TE ALUCINAS UN CANNONBALL ADERLEY

¿Vieron esas tres puntuaciones de arriba?
Quedan por su buen toma sin necesidad de mover tanto la cámara.