El teniente Packard quería una misión, y por sus pecados le dieron una... Me sigue sorprendiendo las expectativas que ciertos sectores del público depositan en películas honestas. ¿Por qué hay quejas acerca de "falta de guión" en un producto llamado Kong: La isla calavera?. ¿En serio?. Tiene el guión justo y necesario para lo que promete y, amigos míos, da exactamente lo que promete: seres gigantescos dándose de toñas en el lugar más excitante de la tierra. Por ir aclarando los términos Kong no es un re-remake, ni tiene el tono lírico-gargantuesco de la película de Jackson, ni tira a la basura dos horas de metraje por tratar de dar profundidad y/o oscuridad a algo que nunca lo pidió (sí, Gareth Edwards, estoy hablando de tí): es simplemente un reboot hecho con las gafas de ver de Coppola. El homenaje/inspiración/plagio a Apocalyse Now es evidente, pero no molesta porque el situar la acción no en la actualidad, sino justo en el fin de la guerra de Vietnam le sienta estupendamente a la película; es un plus de molonidad a la ya de por sí increíble potencia visual que Vogt-Roberts e ILM han transferido a la película. En mi opinión Kong tiene, aparte de estar increiblemente bien hecha incluso para los estándares actuales, la gran virtud de que respeta a sus antecesores y tira por el único camino lógico, la ampliación de la mitología del simio y su hogar de pesadilla. La película de Jackson nos dejó con muchas ganas de más en lo que respecta a Skull island, y aquí el libreto no se pierde con romances absurdos, presentaciones catastróficas en sociedad o muertes lacrimógenas encima de edificios, sino que va directamente al lío: introducción escueta (y suficiente, que esto no es The wire) de personajes, caos, gritos, muertes improbables y resolución sencilla pero no por ello menos satisfactoria. A mí personalmente me da lo mismo que los personajes no se desarrollen mientras cumplan su función, y aunque acepto que es un desperdicio tener a Tom Hiddleston haciendo esto, el resto del reparto se lo pasa en grande. En resumen: Kong es un blockbuster modélico porque a) está muy bien hecho y pulcramente filmado y b) entretiene y sugiere otros mundos sin ofender la inteligencia de nadie que no quiera ser ofendido.