Tengo la sensación de que esta película está infravalorada por sus aires modestos y su ausencia de pretensiones, pero es un gran error porque solo puede calificarse como una experiencia deliciosa. La materia prima, el libreto de Ashman & Menken es ya de por sí excelente, con unas canciones muy inspiradas, y en mi opinión Frank Oz acierta en todo: huye del precedente de Corman, tira de un reparto basado en los grandes cómicos estadounidenses de los 80 y compone una comedia musical sin grandes aspavientos pero cargada de cariño e imaginación. Respecto a la planta protagonista, más que la marioneta utilizada (que tiene su gracia), debe destacarse el doblaje de Levi Stubb, sencillamente magistral. En definitiva, el aire retro en lo visual pega de maravilla con el tono musical y poca gente será defraudada.