No sé, siempre hay directores que le imprimen su sello a lo que filman, para este caso, ese algo que podría descifrar como básico, digerible, corto en propuestas de guión, montaje, dirección escénica y hasta en algunas ocasiones de reparto, lo cual refleja pocos puntos en la escala del Filmaffinity. Este adeudo no le confiere solo a Rafael Lara, a nivel local por ahí rondan otros directores que creen contar con otras formulas para hacer destacar el trabajo y se olvidan de la columna vertebral del proyecto, la historia.

Sin tener en cuenta que ya tenía vista “La milagrosa”, me he aventurado con su tercer largometraje “El quinto mandamiento”, el cual se nota desfasado en tiempo de estreno, del cual solo puedo asegurar que el director miente rotundamente al enaltecer su trabajo en entrevista previa al estreno. Es una película elemental del género -filmada y editada como de receta- limitada a presentar a los personajes sin la profundidad que le hiciera destacable.

Mucho cuidado cuando nos toque hablar de nuestros proyectos, no todos concebimos lo diferente e innovador al mismo nivel. Pocos cineastas realmente demuestran que el público mexicano merece un cine que de pauta para la reflexión, hoy las palabras se las lleva el viento y me quedo con una trama digna de programa televisivo de sobremesa.

Lo malo: Desperdicio de figuras de la talla de Ernesto Gómez Cruz, Angélica Aragón, Alejandro Tommasi.

Lo peor: El nulo talento histriónico de su protagonista.