Otro clásico de la cultura popular. Aunque todo el mundo me aconseja que no lo haga, soy de esas personas a las que le gusta rescatar películas antiguas que adoraba de pequeño para ver qué tal les ha sentado el cambio de milenio y hoy le ha tocado el turno a ‘Big’, aquella pequeña comedia familiar que encumbró a Tom Hanks como la estrella que estaba por venir.

Josh es un chico que está harto de que le traten como tal y un día, por estas cosas del cine, pide un deseo ante una máquina de Zoltar y, ¡sorpresa! Se ve convertido en adulto. A partir de aquí, Josh comenzará a entender los problemas de adultos y algunos de los pequeños «beneficios».

Penny Marshall tiene la batuta de la historia y da toda la rienda suelta posible a un jovencísimo Tom Hanks que es un torbellino impresionante. Es una lástima que, con el tiempo, Hanks fuese perdiendo su lado más cómico en detrimento de trabajos más dramáticos, porque los mejores recuerdos que tengo de él son haciendo comedias de este tipo o películas de corte romántico con un punto simpático.

‘Big’ es otra de esas películas para sentarse en el sillón de tu casa rodeado de tu familia con una sonrisa de oreja a oreja mientras Tom Hanks y Robert Loggia tocan una improvisada melodía en un piano gigantesco.

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