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8
7.5
50,112
Romance. Drama
In the mid-1960s, Benjamin Braddock (Dustin Hoffman), a confused college graduate, is pulled in myriad directions by his wealthy family, friends, and associates just days after receiving his degree. Seduced by alcoholic and a neurotic Mrs. Robinson (Anne Bancroft), an older friend of the family and the wife of his father's law partner, Ben carries on an affair with the married woman even as he falls for her daughter, Elaine (Katharine ... [+]
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- es
May 22, 2016
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Ya ha llovido desde que Mike Nichols realizase "El graduado" (una historia de seducciones y enredos amorosos valientes y rompedores para la época, y protagonizados por un entonces debutante Dustin Hoffman en la piel de un recién licenciado que se preocupa por la incertidumbre de su futuro... mientras decide darse a los placeres carnales) y sin embargo parece que el tiempo no pasa a la hora de disfrutarla, zambullirse y sumirse en ella, pues Nichols logra un largometraje hechizante; cargado de potencia sexual, de sarcástico humor y de empática sustancia, un film de guión compacto, cultivado, detallista y mimado, y de notable puesta en escena.
La trama es una adaptación de la novela del mismo nombre de Charles Webb (novela que resulta claramente inferior a su adaptación cinematográfica), en ella se nos narran los acontecimientos que protagoniza Benjamin Braddock (Hoffman) tras acabar la universidad: El joven regresa a la casa de sus padres mientras se plantea su futuro laboral... pero pronto se deja seducir (nunca mejor dicho) por las distracciones materiales y femeninas... algo que acaba conviertiendo al metraje en una pretendida comedia romántica de triángulo amoroso lleno de surrealistas y fuertes embrollos y malentendidos.
El veinteañero Benjamin es seducido por su cuarentona y altamente atractiva vecina, la señora Robinson (Anne Branchford), una mujer completamente insatisfecha en la dimensión sexual de su matrimonio y que busca el júbilo de ese ámbito de su vida en un confundido Benjamin. Benjamin acaba cayendo a los encantos de Mrs. Robinson al igual que lo hace el espectador... pero todo se complica cuando aparece en escena la hija de la señora Robinson de la cual Benjamin se enamora y con la que comparte anhelos, gustos y aficiones de juventud. Es entonces cuando comienza el enredo cómico puro y duro con un Dustin Hoffman como pez en el agua yendo y viniendo, haciendo y deshaciendo burlas y tretas de un lugar a otro.
Mike Nichols se topa con el mejor guión adaptado de toda su carrera como director junto con el de "¿A quien teme Virginia Wolf?" (1966). Pues la conformación de la trama de "El graduado" es realmente dispuesta, completa, redonda y acabada, quizás pudo pulirse aun más en el drama y profundizar más en sus personajes y sus intenciones y deseos (eso parece bastante claro en el personaje de la señora Robinson, cuyas frustraciones tan solo se dejan vislumbrar y que se acaba quedando el tópico en los minutos finales del metraje), pero lo que se nos ofrece posee una más que habilidosa distribución de sus minutos en planteamiento, nudo y desenlace. Los minutos de intensa y perspicaz seducción comienzan casi al instante, y la trama fluye con gran agilidad en líneas generales y casi siempre con escenas interesantes y evolutivas. El libreto lega momentos y situaciones en principio naturales (y más adelante de disparatada comedia) a la par que avispadas y despiertas (ejemplos de ello son la secuencia de seducción de la señora Robbinson en la casa de ésta o la secuencia de "la primera vez" en el hotel), situaciones que resultan inteligentes y perspicaces sin dejar de ser corrientes... es por ello que el espectador se puede sentir identificado sin remedio con las dudas e inseguridades de Benjamin o con sus experiencias sexuales. Son esos continuos guiños a la audiencia lo que hace que "El graduado" atrape e interese sin esfuerzo, el film lo consigue ya en su primer tercio... así que cuando llega el climax del enredo cómico (un enredo divertido que deja varias risas y muchas sonrisas), si bien no está al mismo nivel de empatía y fascinación que el resto del metraje, el espectador lo disfrutará con complicidad y regusto.
Así pues es el guión, junto a las interpretaciones (simplemente en estado de gracia. Hoffman no es el sumun del carisma, pero realiza una actuación cargada de naturalidad, honestidad, connivencia con el espectador y sutileza. Brachford está completamente sobresaliente como señora Robinson, la calidad del film se eleva cada vez que hace acto de presencia y aporta su irresistible sensualidad e incitación, sin ser la actriz con la belleza más común, Brachford logra con un gesto y una mirada más deseos sexuales que miles de desnudos del cine contemporáneo, la actriz resulta ser puro carisma, saca petróleo de su personaje y pedía mucho más tiempo en el guión y en pantalla. Katharine Ross por su parte es la que menos se luce con su personaje, pero nos llega a hacer creer que el personaje de Benjamin se enamore de ella), el punto fuerte del film y su mayor virtud y agarre.
La cinematografía no es muy destacada aunque sí correcta, y la dirección de Nichols por su parte cumple sin más y sin hacer alardes con la cámara. Es una realización, eso sí, de precisión de relojero. Pues, a pesar de limitarse a ofrecer planos cerrados y medios estáticos de sus personajes... y algún que otro plano secuencia subjetivo (a destacar esa secuencia del inicio de la fiesta en la casa de los Braddock), Nichols imprime ritmo, tensión y personalidad a cada escena como corresponde en cada una: cuando se trata de dejar todo el protagonismo a sus intérpretes, le basta con el plano/contraplano (eso sí, midiendo las alturas de cada plano medio y cerrado para dejar claro el rol de dominancia-sumisión entre la señora Robinson y su joven e inexperto amante). Y de la banda sonora original de Simon y Garfunkel poco se puede decir a estas alturas: es un clásico con temas imperecederos y muy bien insertados en la cinta.
En fin, estamos ante un clásico por derecho propio, un metraje icónico y siempre disfrutable, un film jovial, mordaz y ocurrente, identificativo al principio y guasón al final. No es perfecto, le sobran algunas (aunque muy pocas por fortuna) escenas del personaje de Hoffman mirando a la nada, y su deriva en la comedia disparata le hace un feo a lo que en principio eran sus personajes. Pero no por ello deja de ser una cinta notable y del todo recomendable.
Lo mejor:...
La trama es una adaptación de la novela del mismo nombre de Charles Webb (novela que resulta claramente inferior a su adaptación cinematográfica), en ella se nos narran los acontecimientos que protagoniza Benjamin Braddock (Hoffman) tras acabar la universidad: El joven regresa a la casa de sus padres mientras se plantea su futuro laboral... pero pronto se deja seducir (nunca mejor dicho) por las distracciones materiales y femeninas... algo que acaba conviertiendo al metraje en una pretendida comedia romántica de triángulo amoroso lleno de surrealistas y fuertes embrollos y malentendidos.
El veinteañero Benjamin es seducido por su cuarentona y altamente atractiva vecina, la señora Robinson (Anne Branchford), una mujer completamente insatisfecha en la dimensión sexual de su matrimonio y que busca el júbilo de ese ámbito de su vida en un confundido Benjamin. Benjamin acaba cayendo a los encantos de Mrs. Robinson al igual que lo hace el espectador... pero todo se complica cuando aparece en escena la hija de la señora Robinson de la cual Benjamin se enamora y con la que comparte anhelos, gustos y aficiones de juventud. Es entonces cuando comienza el enredo cómico puro y duro con un Dustin Hoffman como pez en el agua yendo y viniendo, haciendo y deshaciendo burlas y tretas de un lugar a otro.
Mike Nichols se topa con el mejor guión adaptado de toda su carrera como director junto con el de "¿A quien teme Virginia Wolf?" (1966). Pues la conformación de la trama de "El graduado" es realmente dispuesta, completa, redonda y acabada, quizás pudo pulirse aun más en el drama y profundizar más en sus personajes y sus intenciones y deseos (eso parece bastante claro en el personaje de la señora Robinson, cuyas frustraciones tan solo se dejan vislumbrar y que se acaba quedando el tópico en los minutos finales del metraje), pero lo que se nos ofrece posee una más que habilidosa distribución de sus minutos en planteamiento, nudo y desenlace. Los minutos de intensa y perspicaz seducción comienzan casi al instante, y la trama fluye con gran agilidad en líneas generales y casi siempre con escenas interesantes y evolutivas. El libreto lega momentos y situaciones en principio naturales (y más adelante de disparatada comedia) a la par que avispadas y despiertas (ejemplos de ello son la secuencia de seducción de la señora Robbinson en la casa de ésta o la secuencia de "la primera vez" en el hotel), situaciones que resultan inteligentes y perspicaces sin dejar de ser corrientes... es por ello que el espectador se puede sentir identificado sin remedio con las dudas e inseguridades de Benjamin o con sus experiencias sexuales. Son esos continuos guiños a la audiencia lo que hace que "El graduado" atrape e interese sin esfuerzo, el film lo consigue ya en su primer tercio... así que cuando llega el climax del enredo cómico (un enredo divertido que deja varias risas y muchas sonrisas), si bien no está al mismo nivel de empatía y fascinación que el resto del metraje, el espectador lo disfrutará con complicidad y regusto.
Así pues es el guión, junto a las interpretaciones (simplemente en estado de gracia. Hoffman no es el sumun del carisma, pero realiza una actuación cargada de naturalidad, honestidad, connivencia con el espectador y sutileza. Brachford está completamente sobresaliente como señora Robinson, la calidad del film se eleva cada vez que hace acto de presencia y aporta su irresistible sensualidad e incitación, sin ser la actriz con la belleza más común, Brachford logra con un gesto y una mirada más deseos sexuales que miles de desnudos del cine contemporáneo, la actriz resulta ser puro carisma, saca petróleo de su personaje y pedía mucho más tiempo en el guión y en pantalla. Katharine Ross por su parte es la que menos se luce con su personaje, pero nos llega a hacer creer que el personaje de Benjamin se enamore de ella), el punto fuerte del film y su mayor virtud y agarre.
La cinematografía no es muy destacada aunque sí correcta, y la dirección de Nichols por su parte cumple sin más y sin hacer alardes con la cámara. Es una realización, eso sí, de precisión de relojero. Pues, a pesar de limitarse a ofrecer planos cerrados y medios estáticos de sus personajes... y algún que otro plano secuencia subjetivo (a destacar esa secuencia del inicio de la fiesta en la casa de los Braddock), Nichols imprime ritmo, tensión y personalidad a cada escena como corresponde en cada una: cuando se trata de dejar todo el protagonismo a sus intérpretes, le basta con el plano/contraplano (eso sí, midiendo las alturas de cada plano medio y cerrado para dejar claro el rol de dominancia-sumisión entre la señora Robinson y su joven e inexperto amante). Y de la banda sonora original de Simon y Garfunkel poco se puede decir a estas alturas: es un clásico con temas imperecederos y muy bien insertados en la cinta.
En fin, estamos ante un clásico por derecho propio, un metraje icónico y siempre disfrutable, un film jovial, mordaz y ocurrente, identificativo al principio y guasón al final. No es perfecto, le sobran algunas (aunque muy pocas por fortuna) escenas del personaje de Hoffman mirando a la nada, y su deriva en la comedia disparata le hace un feo a lo que en principio eran sus personajes. Pero no por ello deja de ser una cinta notable y del todo recomendable.
Lo mejor:...
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
... La interpretación de Anne Bancroft (en el rol de su vida. Fue justamente nominada al Oscar, y en mi opinión debió ganarlo), su carisma y su atracción. Me quedo con algunas de sus frases:
Señora Robinson: ¿De qué tienes tanto miedo?
Benjamin: No tengo miedo, señora Robinson.
Señora Robinson: Entonces, ¿por qué estás tan nervioso?
Benjamin: Porque se va a la cama, no creo que deba acompañarla.
Señora Robinson: ¿No has visto nunca a nadie en ropa interior?
Benjamin: Si, lo he he visto, pero... ¿y si el señor Robinson viene y nos encuentra así?
Señora Robinson: ¿Y qué si lo hace?
Benjamin: ¿No cree que lo encontraría extraño?
Señora Robinson: ¿Crees que no confía en nosotros?
Benjamin: Claro que sí, pero podría crearse una idea equivocada
Señora Robinson: No se porque, te doblo la edad, ¿cómo podría pensar cualquiera...
Benjamin: Pero lo harían, ¿no se da cuenta?
Señora Robinson: Benjamin, no te estoy tratando de seducir
Benjamin: Ya lo se, ¡pero por favor!, esto es difícil...
Señora Robinson: ¿Te gustaría que te sedujera?
Benjamin: ¿Qué?
Señora Robinson: ¿Es eso lo que me quieres decir?
---------
Benjamin: Señora Robinson, esta conversación se está volviendo un poco extraña. El señor Robinson estará aquí en cualquier momento y...
Señora Robinson: No.
Benjamin: ¿Qué?
Señora Robinson: Mi marido no vendrá en mucho tiempo, se fue para varias horas
Benjamin: ¡Oh, Dios mío!.
-----
Señora Robinson: Benjamin, quiero que sepas que estoy disponible para tí, y si no quieres acostarste conmigo esta vez... quiero que sepas que me puedes llamar cuando quieras y llegaremos a algún tipo de acuerdo. ¿Entiendes lo que te acabo de decir?
----
Señora Robinson (al teléfono): Benjamin, ¿no se te olvida decirme algo?
Benjamin: Bueno si, me gustaría decirle cuanto agradezco esto realmente...
Señora Robinson: ¡El número!
Benjamin Braddock: ¿Qué?
Mrs. Robinson: ¡El número de la habitación, Benjamin! Creo que se te ha olvidado decírmelo.
El guión en líneas generales. Su atrevimiento para la época (los Estados Unidos de los 60). El justo galardón a Nichols por su dirección y las múltiples y merecidas nominaciones que obtuvo a estos premios (mejor película, mejor guión, mejor interpretación masculina (Hoffman), femenina (Brachford) y secundario (Ross)). La interpretación de Dustin Hoffman (la mejor actuación de toda su carrera sin lugar a dudas).
Lo peor: El libreto, aunque destacado, no tenía porque haberse acotado tanto a los enredos amorosos puros y duros... y a la bufonada final, pudo haber ahondado más en el drama y en el personaje de Bancroft. Que no me queda claro porque Benjamin no quiere tener sexo con la señora Robinson con la luz encendida.
Señora Robinson: ¿De qué tienes tanto miedo?
Benjamin: No tengo miedo, señora Robinson.
Señora Robinson: Entonces, ¿por qué estás tan nervioso?
Benjamin: Porque se va a la cama, no creo que deba acompañarla.
Señora Robinson: ¿No has visto nunca a nadie en ropa interior?
Benjamin: Si, lo he he visto, pero... ¿y si el señor Robinson viene y nos encuentra así?
Señora Robinson: ¿Y qué si lo hace?
Benjamin: ¿No cree que lo encontraría extraño?
Señora Robinson: ¿Crees que no confía en nosotros?
Benjamin: Claro que sí, pero podría crearse una idea equivocada
Señora Robinson: No se porque, te doblo la edad, ¿cómo podría pensar cualquiera...
Benjamin: Pero lo harían, ¿no se da cuenta?
Señora Robinson: Benjamin, no te estoy tratando de seducir
Benjamin: Ya lo se, ¡pero por favor!, esto es difícil...
Señora Robinson: ¿Te gustaría que te sedujera?
Benjamin: ¿Qué?
Señora Robinson: ¿Es eso lo que me quieres decir?
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Benjamin: Señora Robinson, esta conversación se está volviendo un poco extraña. El señor Robinson estará aquí en cualquier momento y...
Señora Robinson: No.
Benjamin: ¿Qué?
Señora Robinson: Mi marido no vendrá en mucho tiempo, se fue para varias horas
Benjamin: ¡Oh, Dios mío!.
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Señora Robinson: Benjamin, quiero que sepas que estoy disponible para tí, y si no quieres acostarste conmigo esta vez... quiero que sepas que me puedes llamar cuando quieras y llegaremos a algún tipo de acuerdo. ¿Entiendes lo que te acabo de decir?
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Señora Robinson (al teléfono): Benjamin, ¿no se te olvida decirme algo?
Benjamin: Bueno si, me gustaría decirle cuanto agradezco esto realmente...
Señora Robinson: ¡El número!
Benjamin Braddock: ¿Qué?
Mrs. Robinson: ¡El número de la habitación, Benjamin! Creo que se te ha olvidado decírmelo.
El guión en líneas generales. Su atrevimiento para la época (los Estados Unidos de los 60). El justo galardón a Nichols por su dirección y las múltiples y merecidas nominaciones que obtuvo a estos premios (mejor película, mejor guión, mejor interpretación masculina (Hoffman), femenina (Brachford) y secundario (Ross)). La interpretación de Dustin Hoffman (la mejor actuación de toda su carrera sin lugar a dudas).
Lo peor: El libreto, aunque destacado, no tenía porque haberse acotado tanto a los enredos amorosos puros y duros... y a la bufonada final, pudo haber ahondado más en el drama y en el personaje de Bancroft. Que no me queda claro porque Benjamin no quiere tener sexo con la señora Robinson con la luz encendida.