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7
6.5
8,225
Drama
When catholic Queen Mary dies the succession goes to Elizabeth, the protestant half-sister Mary was not prepared to execute. The new queen finds herself surrounded by advisors, some supportive but some plotting to restore the catholic line by almost any means. She is also under pressure to marry and produce an heir, but her lover Lord Robert Dudley is not considered suitable. Elizabeth realises she has some decisions to make, the most ... [+]
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- es
February 13, 2011
2 of 4 users found this review helpful
Film histórico de intrigas y poderes palaciegos que recrea la ascensión al trono de la Reina Isabel I de Inglaterra, y sus primeros pasos como monarca en una época convulsa y de gran división religiosa en Inglaterra. La protagonista dará esos pasos perseguida por grandes conspiraciones, reticencias y desconfianzas, ninguneos, asesinatos, enfrentamientos, alianzas e intereses.
"Elizabeth" no debe verse como una recreación histórica 100% fidedigna (el film se toma ciertas licencias (sin llegar a ser exageradas o vergonzosas) para hacer un producto más empático e implicante para el espectador) y debe verse como un hechizante film de época muy entretenido y con bastantes puntos documentativos. En ese sentido el film triunfa por numerosas razones.
En primer lugar triunfa simplemente por la historia de la que parte (la de la monarca más recordada y ensalzada de la historia) que es de por sí fascinante. Pero es que además en "Elizabeth" el guión es de lo más distinguido y cuidado; centrado en las intrigas, las conspiraciones y las estrategias que ofrecen un juego de ajedrez donde la Reina Isabel I poco a poco se va haciendo la maestra; un libreto sin frases ni momentos estúpidos, sin caer en exceso en la telenovela de sobremesa o en el thriller de asesinatos; y con un desarrollo taimado y evolutivo que otorga unas cuantas frases y momentos memorables (indispensable ver el film en su versión original).
Luego está la ambientación (se nota cuando algo se hace bien y se agradece). "Elizabeth" tiene una fotografía totalmente oportuna, unos decorados estupendos con un traspaso de veracidad, un vestuario y maquillaje inmejorables y una bonita banda sonora que influye en los sentimientos del espectador en algunas escenas. Con todo esto el espectador experimenta una sumersión total en el universo vetusto de "Elizabeth". El espectador viaja al siglo XVI de forma tan realista como elegante.
Pero lo mejor del film es la interpretación de la por entonces muy desconocida en la gran pantalla Cate Blanchett. Cada vez que la actriz aparece en la pantalla, el film pasa de ser un entretenimiento estéticamente bello (pero bastante habitual) a ser algo gratamente expectante y curioso. Blanchett no es que esté bien, es que está perfecta. En ningún momento se la ve a ella sino a su personaje, un personaje complejo y ambigüo pero sumamente bello y encantador. Blanchett lo hace suyo con distinción y materializa todos los matices de la personalidad de Elizabeth (lo mismo se puede percibir sutilmente a una joven culta que a una joven asustada). Y resulta totalmente impresionante observar la transformación y evolución de su personaje...
"Elizabeth" no debe verse como una recreación histórica 100% fidedigna (el film se toma ciertas licencias (sin llegar a ser exageradas o vergonzosas) para hacer un producto más empático e implicante para el espectador) y debe verse como un hechizante film de época muy entretenido y con bastantes puntos documentativos. En ese sentido el film triunfa por numerosas razones.
En primer lugar triunfa simplemente por la historia de la que parte (la de la monarca más recordada y ensalzada de la historia) que es de por sí fascinante. Pero es que además en "Elizabeth" el guión es de lo más distinguido y cuidado; centrado en las intrigas, las conspiraciones y las estrategias que ofrecen un juego de ajedrez donde la Reina Isabel I poco a poco se va haciendo la maestra; un libreto sin frases ni momentos estúpidos, sin caer en exceso en la telenovela de sobremesa o en el thriller de asesinatos; y con un desarrollo taimado y evolutivo que otorga unas cuantas frases y momentos memorables (indispensable ver el film en su versión original).
Luego está la ambientación (se nota cuando algo se hace bien y se agradece). "Elizabeth" tiene una fotografía totalmente oportuna, unos decorados estupendos con un traspaso de veracidad, un vestuario y maquillaje inmejorables y una bonita banda sonora que influye en los sentimientos del espectador en algunas escenas. Con todo esto el espectador experimenta una sumersión total en el universo vetusto de "Elizabeth". El espectador viaja al siglo XVI de forma tan realista como elegante.
Pero lo mejor del film es la interpretación de la por entonces muy desconocida en la gran pantalla Cate Blanchett. Cada vez que la actriz aparece en la pantalla, el film pasa de ser un entretenimiento estéticamente bello (pero bastante habitual) a ser algo gratamente expectante y curioso. Blanchett no es que esté bien, es que está perfecta. En ningún momento se la ve a ella sino a su personaje, un personaje complejo y ambigüo pero sumamente bello y encantador. Blanchett lo hace suyo con distinción y materializa todos los matices de la personalidad de Elizabeth (lo mismo se puede percibir sutilmente a una joven culta que a una joven asustada). Y resulta totalmente impresionante observar la transformación y evolución de su personaje...
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
... (de joven inocente, amable y confiada a mujer impositiva, mandona, aguerrida, enrevesada y en ocasiones despiadada) sin perder ni un gramo de credibilidad o carisma. El personaje se va engrandeciendo y el film lo hace junto a él.
Las demás actuaciones (a excepción de Joshep Fiennes que está algo sosainas) también sorprenden gratamente (desde Kathy Burke como moribunda y ultracatólica Mary Tudor hasta Geoffrey Rush como sádico protector de Elizabeth pasando por Vicent Cassel como divertido Duque de Anjou)... pero Blanchett se los come a todos con patatas y los anula (como pretendía la cinta).
Kapur realiza con buen tacto y se pone al servicio de las actuaciones y de sus frases tan bien recitadas. Ofrece planos de diminutos detalles y miradas, pequeños movimientos de camara y buenos encuadres "hitchcockianos" que pretenden pasar desapercibidos para no desviar la atención de las interpretaciones.
Así que el final la trama y su envoltura acaban siendo una simple base para el lucimiento total de una actriz en estado de gracia que tal vez no ganara el Oscar del 98 (injustamente arrebatado por la entonces actriz de moda Gwyneth Paltrow), pero que se ganó el trono. Sinceramente me da igual si el film se ajusta o no a lo que fueron aquellos tiempos en realidad... porque yo mientras tanto he disfrutado de una loable versión femenina de "El Padrino" con una actuación intimista y una envoltura de época excelente. De los pocas películas de época que me han encandilado, muy recomendable.
Lo mejor: Cate Blanchett que no hace de Elizabeth, ES Elizabeth... y Elizabeth ES la película. Esta actriz es impresionantemente camaleónica, y siempre que la veo me olvido de la actriz y veo a un personaje a cada cual más diferente y carismático ("El Aviador", "Benjamin Button", "Mr. Ripley", "Notes on a Scandal", "Elizabeth).
Lo peor: Pues eso, que no se llevara el Oscar (lo de "Shakespeare in Love" y el extraño empacho de Oscars que se llevó en el 98 sigue siendo uno de los grandes misterios de la humanidad). Que se toma ciertas licencias para hacer de los católicos los "malos malísimos" del film (resulta hasta divertida la aparición de Daniel Craig (aka James Bond) desembarcando en Inglaterra como cura matón enviado por el Papa unicamente para crujir cuellos de forma tan silenciosa y discreta como su 007). La historia de amor patina en algunos puntos por falta de química entre Blanchett y Fiennes.
Las demás actuaciones (a excepción de Joshep Fiennes que está algo sosainas) también sorprenden gratamente (desde Kathy Burke como moribunda y ultracatólica Mary Tudor hasta Geoffrey Rush como sádico protector de Elizabeth pasando por Vicent Cassel como divertido Duque de Anjou)... pero Blanchett se los come a todos con patatas y los anula (como pretendía la cinta).
Kapur realiza con buen tacto y se pone al servicio de las actuaciones y de sus frases tan bien recitadas. Ofrece planos de diminutos detalles y miradas, pequeños movimientos de camara y buenos encuadres "hitchcockianos" que pretenden pasar desapercibidos para no desviar la atención de las interpretaciones.
Así que el final la trama y su envoltura acaban siendo una simple base para el lucimiento total de una actriz en estado de gracia que tal vez no ganara el Oscar del 98 (injustamente arrebatado por la entonces actriz de moda Gwyneth Paltrow), pero que se ganó el trono. Sinceramente me da igual si el film se ajusta o no a lo que fueron aquellos tiempos en realidad... porque yo mientras tanto he disfrutado de una loable versión femenina de "El Padrino" con una actuación intimista y una envoltura de época excelente. De los pocas películas de época que me han encandilado, muy recomendable.
Lo mejor: Cate Blanchett que no hace de Elizabeth, ES Elizabeth... y Elizabeth ES la película. Esta actriz es impresionantemente camaleónica, y siempre que la veo me olvido de la actriz y veo a un personaje a cada cual más diferente y carismático ("El Aviador", "Benjamin Button", "Mr. Ripley", "Notes on a Scandal", "Elizabeth).
Lo peor: Pues eso, que no se llevara el Oscar (lo de "Shakespeare in Love" y el extraño empacho de Oscars que se llevó en el 98 sigue siendo uno de los grandes misterios de la humanidad). Que se toma ciertas licencias para hacer de los católicos los "malos malísimos" del film (resulta hasta divertida la aparición de Daniel Craig (aka James Bond) desembarcando en Inglaterra como cura matón enviado por el Papa unicamente para crujir cuellos de forma tan silenciosa y discreta como su 007). La historia de amor patina en algunos puntos por falta de química entre Blanchett y Fiennes.