Una buena historia sin duda. Una de estas películas de adolescestes que en un principio parece que va a ser una especie de "Porky"s" o "American Pie", pero que nos cuenta una historia de verdad y que podría pasar por auténtica.

Todos, absolutamente todos, hemos pertenecido a un grupo o sub-grupo en los tiempos del instituto. A veces sin saberlo y otras reafirmándonos en ellos. En todos lugares hay gente guay, cool, chula, etc.. (como demonios quieras llamarlo) y gente desplazada, frikis, nerds, mierdosos, gilís (como decía Homer en un episodio de los Simpsons),etc... Esta película trata de eso, de las diferencias que se hacen al llegar a un punto de la vida y en como uno de estos chicos apartados quiere prosperar en la "escala social" y entrar dentro del grupo de los guays (que generalmente son los más imbéciles). Pues ese grupo es el que goza de respeto, admiración y mujeres (tan idealizadas a esa edad).

Rodney (un joven e imberbe Patrcik Dempsey) planea de un momento a otro invertir el dinero que tenia previsto gastar en un nuevo telescopio en "alquilar" el amor de la chica de la que está enamorado, Cindy Mancini (Amanda Peterson). Ella, en un apuro y necesitada de dinero acepta y "vualá" sólo es cuestión de tiempo que Rodney se integre en la panda y en dejar de ser invisible para las mujeres del insti.

La mayoría de mujeres de hoy día conoceran a Dempsey de su paso como Doctor Shepard en "Anatomía de Grey", pero yo ya lo conocía desde esta película que me impresionó tanto cuando la vi por TV que fue de las primeras que me compré en Dvd.

Si bien la película puede resultar almibarada e infantil (estaban en 1987), sigue y seguirá siendo aplicada a nuestros dias en cualquier instituto de un pais desarrollado. Lógicamente la puesta en escena de Rodney (Dempsey) no es muy común..pero los grupitos existen en todos lados y más aún en una época donde cada uno busca su indentidad desesperadamente. Todos quieren ser aceptados, respetados y triunfar. Pero, claro, al final cada persona se une a aquellos con los que se siente mejor y es cuando se lleva a cabo la separación.

Una moraleja impresa a fuego en la película. Todos somos iguales. Por mucho que queramos apartar a tal o cual de nuestro lado o reirnos de él... Rodney lo dice al final...