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Pedro Triguero_Lizana rating:
7
Horror. Comedy When master monster make-up man Pete is sacked by the new bosses of American International studios he uses his creations to exact revenge.
Language of the review:
  • es
November 2, 2023
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Herman Cohen, productor estrella de cierto cine fantástico de serie B de los 50, ideó el "terror adolescente", pensando en que el público idóneo para ese cine fantástico de bajo presupuesto era el público adolescente. Surgieron así películas como "Yo fui un hombre lobo adolescente" (I Was a Teenage Werewolf, 1957), dirigida por Gene Fowler Jr., o "Yo fui un Frankenstein adolescente" (I Was a Teenage Frankenstein, 1957), de Herbert L. Strock, producidas por Cohen y escritas entre el propio Cohen y su colaborador Aben Kandel. En 1958 aparecen otros dos films estadounidenses de ciencia-ficción y de bajo presupuesto que siguen claramente la misma estela del "terror para adolescentes", "Yo fui un cavernícola adolescente" (Teenage Caveman, 1958), dirigida por Roger Corman, y "The Blob" (1958), de Irvin S. Yeaworth Jr. y Russell S. Doughten Jr. (sin acreditar).

En 1958 aparece también "Cómo hacer un monstruo", dirigida por Herbert L. Strock , y que es uno -eso sí, de los más desconocidos- de los varios títulos del cine USA que en los años 50 brindan una visión sobre Hollywood. El cine dentro del cine suele tener un sentido reflexivo: son películas que se paran a pensar sobre la industria, sobre sus actores, sus directores, guionistas y productores.

La originalidad de esta película de Strock está en que pone el foco no sobre una estrella o un director sino sobre un magistral maquillador, Peter Dumond (Robert H. Harris), lo que permite llevar la reflexión al cine de terror. El personaje de Dumond podría basarse en Jack Pierce, famoso maquillador del cine de terror de la Universal, y este personaje protagonista es el nexo de unión entre el hombre lobo adolescente (encarnado por Gary Clarke en vez de Michael Landon) y el monstruo
de Frankenstein adolescente (interpretado de nuevo por Gary Conway) de las dos películas ya mencionadas, a las que se homenajea además en una escena en la que aparecen los carteles de cine de sendos títulos.

Es una obra que, por encima de la trama criminal y policíaca, es una afirmación del cine de género y en especial del cine de terror, de lo oscuro y de lo raro por encima de la comercialidad y de las modas cambiantes. Eso la hace muy moderna.

Atención a los monstruos de un nombre clave del cine fantástico USA de los 50 como Paul Blaisdell, creador de monstruos y experto en efectos especiales, y a la actuación de John Ashley (actor, cantante y productor) en un número en el que imita a Elvis Presley.
Pedro Triguero_Lizana
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