He vuelto a ver esta serie, emitida en su día por TVE, y me ha parecido una serie excelente. A pesar de sus fallos -por ejemplo, a la hora de contar los años transcurridos- para mí es una serie modélica, que debería ser vista por todos los niños y jóvenes de todo el mundo, por su valor educativo, y, en fin, por personas de todas las edades y razas, para comprobar cómo se construye la Historia, a base de dolor, sufrimiento e injusticias, y para evitar ese dolor y esa injusticia en el futuro. De hecho, tal como se lee en los títulos de crédito, ésta es una serie recomendada por una asociación nacional de educación.

Aunque, en realidad, la serie bascula más hacia el melodrama familiar, hacia el retrato de familia, que hacia la denuncia de la esclavitud de los negros, y de su posterior marginación social como minoría racial en los Estados Unidos, la denuncia es inevitable, y corre en paralelo con un repaso a la corta historia de este país, desde los tiempos de la independencia, hasta dos siglos después.

En cuanto al reparto, por una vez los negros son los protagonistas, y los actores blancos componen, de forma seguramente consciente, papeles de villanos (Ralph Waite, Chuck Connors, Lloyd Bridges), o de tipos con muchos matices (Edward Asner, Lorne Greene). La música, los decorados, las localizaciones, el vestuario, conforman, en suma, una gran serie, realmente inolvidable, como también lo sería su continuación, "Raíces: Las nuevas generaciones", generada por el gran éxito de "Raíces", aunque hay tantas cosas en común entre una y otra miniserie, que para mí son una sola serie.