La he vuelto a ver después de mucho tiempo y me ha gustado más que antes. Todo el delirio visual de Coppola me resulta mucho más grato ahora que has pasado casi 20 años de su estreno: esa sombra escurridiza por el castillo, esos ojos malignos en el horizonte, la sangre que mana de la cruz... y es que cuanto más lo pienso en frío, más virtudes le saco a la peli. Pero claro. Está el asunto del título de marras.

La fidelidad al original. Peliagudo. Yo soy de los que se leyeron el libro de pequeñitos, y a día de hoy nadie me toca Drácula como una de las mejores novelas que he tenido en mis manos. Pero ese Drácula enamorado no es el de Bram Stoker. Erróneo, atrevido, original, fallido, necesario; llámalo como quieras. A mí personalmente no me vale. O sea, que soy de los de la vieja guardia. Pero vamos a no quedarnos en eso.

Me tengo que quitar el sombrero con la fidelidad a la ESTRUCTURA de la novela. Te pones a analizar y es que el guión está curradísimo: casi que escribieron una película epistolar. Paradójicamente, es justo en la esctructura donde cojea, sobre todo el final, que no puede ser más abrupto. Pero hay que reconocer que el de la novela también lo es, y que el cambio de localización no le sienta mal a la historia. La esencia de la novela también está en su manera de ser contada, y ahí sí que le doy el punto a Coppola.

¿Los personajes? Flojillos. El Van Helsing de Hopkins no procede. Caricaturesco. No lo trago. Y por mucho que le joda a quien le tenga que joder, Gary Oldman lo hace bien, pero NO es Drácula (me refiero sobre todo a cuando rejuvenece). A Winona le falta "algo" también para ser Mina y Jonathan Harker... jejeje. En fin. La mejor es sin duda Sadie Frost haciendo de Lucy. El cast podría haber sido más acertado.

Peeeeero. No me digáis que no es uno de los mejores principios que habéis visto. Joder, por mucho que la historia de amor no cuaje, ese prólogo con fondo rojo sangre es una maravilla. Y la llegada de Jonathan Harker al castillo es increíble. A mí toda esa parte fue lo que más me gustó de la novela. Y te juro que fue ESE mismo carruaje el que me imaginé hace ya unos años, y fue justamente ESA mano huesuda la que me hizo sentir un escalofrío.