Durante una operación encubierta llevada a cabo por el grupo de anti vicio, con el alcohólico y putero inspector Walker (Michael Madsen) haciéndose pasar por comprador y teniendo al resto del equipo esperando fuera para intervenir, la cosa se tuerce, acabando con varios muertos (entre ellos una mujer desarmada en un garaje, a la que la ponen un arma en la mano) un policía herido y una aprensión de 60 kg de heroína.
A partir de aquí los inspectores que intervinieron en dicha operación van cayendo asesinados, según se rumorea en las calles debido a que el alijo era de 100 kg y se sospecha que los 40 restantes están en manos de los policías, con lo cual ya tenemos el lio montado: asuntos internos, movidas entre los policías y demás vainas, todo ello contado de forma clara y sin mareantes movimientos de cámara ni tonterías varias en las que suelen caer los directores noveles a la hora de contar este tipo de historias.
Con el plus que no siempre da el hecho de contar contar con Michael Madsen (realmente luce esplendido en la piel de esta especie de Bad Liutenant) y Daryl Hannah (guapísima con una resultona media melena castaña y sacando adelante con poderío su papel de dolida por ninguneada miembro del viril grupo de anti vicio) al frente de la función (a las ultimas medianías protagonizadas por ellos me remito), pero que en el caso de esta que nos ocupa, la hacen subir muchos enteros y pasar de ser uno más de los subproductos destinados al mercado del Dvd a un modesto, pero entretenido, recio y digno thriller.