Recientemente, me he animado a revisar un poco esta serie que de niño me tenía enganchado y la verdad es que, viéndola con ojos más maduros, le encuentras muchas cosas nuevas. En mi niñez, me limitaba a ver a unos personajes graciosos en aventuras con cierta moralina y golpes humorísticos. Todo muy infantil y gracioso, sobre todo gracias al doblaje, que imprimía a los personajes un carisma enorme, al menos para mí.
Sin embargo, debajo del infantilismo de personajes y situaciones, se escondían una serie de temas muy profundos que, como es lógico, los niños no pillaban. A lo largo de la serie se trató la adicción a los esteroides (aquí, unas plantas que las comes y hacen crecer los músculos), la regla, la corrupción política, la insensibilidad empresarial (a los empleados innecesarios, el jefe se los comía directamente), el fanatismo religioso, las dificultades de las mujeres en un mundo machista, los trucos para hacer compradores adictos a los niños en sus programas preferidos (es irónico que criticaran eso, pues esta serie mismamente fue una productora muy notable de merchandaising, con muñecos y hasta discos musicales…), el respeto por el medio ambiente…
En suma, no había capítulo que no tocara un tema y moralizara sobre él, llegando al extremo en el final de la serie, donde creo yo que se pasaron de rosca.

______________

Más críticas en:
https://unblogacincoalturas.wordpress.com/