Es uno de esos cortos divertidos de Donald, en general es un personaje divertido y siempre genial.
No siempre fue así pues en época de guerra Donald sirvió de crítica bélica o mejor dicho, de propaganda bélica destrozando con ello el espíritu de este dulce pato.
Desde entonces Donald ya maduró y se tocaban temas un poco más morales y profundos pero en este caso Donald es un personaje gracioso y divertido.
Es gracioso ver como se trata al pobre osito que tiene que fingir ser una piel para poder sobrevivir.
El corto es a su vez una crítica sobre la caza y el trato de los animales, es imposible que un adulto no piense en eso mientras ve este corto que parece ser muy banal.