Sin duda estamos ante una gran película, una película muy poco corriente y muy atípica en la filmografía de Allen pero sin duda Zelig mantiene toda la esencia de la personalidad de este gran maestro del cine.
Allen posee un poco de Zelig pues a lo largo de toda su filmografía ha tratado varios géneros pero en todos ellos mantiene una constante, su personalidad y sus ideas propias; Zelig es un estudio sorprendente del género documental para narrar una peculiar historia de un peculiar personaje que al mismo tiempo servirá para mostrar la personalidad de este pequeñajo judío y gafoso.
Allen realiza un estudio sorprendente de la técnica documental y de los años treinta americanos con la explosión de un nuevo estilo musical, el jazz; utiliza su época preferida para ambientar un peculiar personaje pero para realizar críticas feroces a la sociedad y a la manipulación de los medios de comunicación.
Zelig recoge un profundo valor humano, la importancia de la personalidad propia y de las ideas de cosecha propia independientemente de que gusten o disgusten a los demás, si estas ideas son propias nada ni nadie podrán con ellas, ese el gran mensaje que la película encierra.
Vemos a un personaje que se amolda a los gustos de los demás para gustar siempre siendo esto el causante de la neutralidad en la personalidad de nuestro especial Zelig, esta manipulación servirá de interés a personas que pueden sacar provecho a dicha manipulación debido a la carencia de personalidad de Zelig, aquí estamos ante el claro ejemplo de nuestra sociedad, la manipulación de las ideas que muchas veces sufrimos por parte de los medios de comunicación para llegar a lograr los intereses propuestos.
Zelig es el retrato de un hombre que lucha por tener sus ideas propias y su personalidad por encima de cualquier manipulación.
Zelig es una película mucho más profunda de lo que en apariencia pueda parecer, Allen siempre adorna su profunda filosofía sobre la vida y la muerte con una comedia que hace de la película un plato de buen gusto y fácil de digerir pero en su interior se encierra una angustiosa visión de la realidad y del mundo, bastante pesimista y dramática.
Estamos ante una película tratada con un grandísimo esmero, pasan casi ochenta minutos donde el trabajo realizado es impresionante, la película parece recoger escenas históricas pero donde en realidad la mayoría de las escenas han supuesto un gran trabajo de ambientación, una película de los años ochenta trata los años treinta como si de un documental se tratase pues actores actuales son tratados como un archivo histórico, sin duda estamos ante un gran logro cinematográfico y donde no ha sido merecedora del valor que ésta tiene.