Una historia con más posibilidades de lo visto al final. Esta obra del siempre sobrevalorado Luis Buñuel (de las que he visto la única con la que he disfrutado ha sido con la maravillosa "Viridiana") calificada como una de sus películas menores resulta entretenidilla y no se le va la cabeza tanto como en otras mucho mejor valoradas ya que el nombre de Luis Buñuel pesa y mucho.

El comienzo es muy flojo y aburrido. Cuando piensas que no tiene solución mejora y bastante gracias a la entrada de Don Quintín y sus hombres a reclamar a su hija al hombre que la cuido. Mejora y mucho. Y tiene un par de escenas brillantes (esa en que le tira la aceituna en un ojo). Sin dudas, se ve a un Buñuel que logra meterme en la película dirigiendo con buena mano. Pero luego la acaba cagando al final. Totalmente previsible y totalmente malillo. Hubiera estado mejor ver a un Buñuel que hubiera cogido al toro por los cuernos y que se hubiera tirado al agua de cabeza arriesgandose. Pero no lo hace. Busca la salida fácil. Y hace que la película se resienta.

Interpretaciones decentes en las que destaca el novio de la hija de Don Quintón y el propio Don Quintín especialmente en las escenas en el bar (esa en que le hace beber una botella a un tío es acojonante). Los demás más o menos bien. Pero cuando se quita de pantalla el viejo que cuido a la hija es cuando llegan los mejores momentos. Todo lo anterior es aburrido. Esos primeros minutos son por los que Buñúel me parece un director sobrevalorado. Por lo menos la película es corta y no la alarga innecesariamente.

En fin que aún así se puede ver y tiene buenas cosas. Pero daba para mucho más. Si se hubiera trabajado más el guión sin dudas hubiera sido una más que pasable película como lo es hoy en día. Espero tener más suerte con las siguientes películas que vea suyas.