Los ángeles de Charlie no es una gran película, ni muchísimo menos. Ni siquiera es una gran película de acción. Es un puro y duro divertimento. Una película frenética, entretenida y divertida que es consciente de sus muchos defectos y sus muchas limitaciones, y no sólo no se arrepiente, sino que los usa a su favor. Con esto quiero decir que poco importa que la historia esté más vista que el tebeo, o que sea absurda, o que las tres actrices protagonistas parezcan más interesadas en enseñar cuerpo y cobrar el cheque que en dar profundidad a sus personajes (más que nada porque no la hay). Al final lo que importa es que te lo pasas bomba viéndola y te ríes un montón, aunque no siempre a causa de los chistes. Por éso me parece absurdo sentirse estafado o decepcionado. Ya el tráiler de la película no engañaba a nadie.

Lo mejor: Su absoluta falta de complejos y la capacidad autoparódica del guión.
Lo peor: Hay que olvidarse del cinéfilo exigente que llevamos dentro para verla.