Miedo me da si de verdad este es el mejor episodio de la cuarta temporada. No quiero que Black Mirror me decepcione a estas alturas. Hasta la fecha me estaba entusiasmando como muy pocas series antes.
Supongo que para los fans de Star Trek debe ser divertido ver este episodio, pero para los no fans no hay mucho más de interesante en él. Vale, no es malo,sigue estando rodado, escrito e interpretado con gusto, y se deja ver bien, pero su reflexión sobre los videjouegos y las realidades virtuales y alternativas ya las hemos visto antes en la serie, y las hemos visto mucho mejor. Es excesivamente largo, excesivamente rebuscado, tiene demasiados personajes y, aunque su apoteósico y demoledor giro final sí recuerda al Black Mirror de siempre, en conjunto es un episodio menor de la serie.