Una obra maestra. Eso es El hombre que sabía demasiado.
Presten atención si no a secuencias como la del mercado de Marrakech, la trama de espionaje en que se ve envuelta la familia o muy especialmente la escena en cierto teatro con todos los personajes escuchando a una orquesta y admírense de la maestría de Alfred Hitchcock para manejar una tensión que podría cortarse con un cuchillo y que resulta casi insoportable para el espectador. No se pierdan tampoco a Doris Day en un registro muy distinto del que la hizo célebre junto a Rock Hudson ni a un James Stewart absolutamente soberbio.
Para ver una y otra vez.

Lo mejor: Todo y muy especialmente la secuencia en la ópera.
Lo peor: Nada