November criminals es más una idea que un desarrollo. Y sobre todo es una sensación. Sus imágenes desprenden rebeldía juvenil, deseo de libertad, con dos adolescentes que se mueven libremente, que se aman, que viven al margen de muchas cosas. No es que estemos hablando de Rebelde sin causa ni nada por el estilo, por supuesto, pero hay algo muy refrescante y muy romántico en los personajes a los que dan vida unos Chloë Grace Moretz y Ansel Elgort que derrochan química. El problema es que después la historia no termina de enganchar ni hay nada que vertebre por detrás esa sensación tan positiva.
No llega al aprobado pero se queda cerca, sobre todo por la pareja protagonista.

Lo mejor: Elgort, Moretz y el espíritu de libertad que impregna todo su metraje.
Lo peor: Es más una película de sensaciones que de verdadera historia o talento.