Quizá la película más floja del periplo americano de Ang Lee, Cabalga con el diablo es una producción fallida. La historia, mejor contada y con más ritmo, podría haber sido apasionante, pero tal cual la plantea Lee (o será cosa de que los dos protagonistas, Skeet Ulrich y Tobey Maguire, no son demasiado carismáticos; menos mal que Jewel y el plantel de secundarios conocidísimos dan la talla) se queda en un aburrido y pasable intento. Es otra historia de guerra más, pero no llega al corazón en ningún momento, pues está narrada de forma tan fría que deja indiferente. Lee filma las escenas de guerra con brío y maneja perfectamente el diálogo y las relaciones humanas, pero el guión de James Schamus, al contrario del que el mismo guionista escribió para la mítica Brokeback Mountain de Lee, no transmite pasión alguna por la historia que está contando, y además el ritmo es demasiado pesado. Ni el acertado apunte sobre los prejuicios y la sospecha logra tomar trascendencia entre tanta frialdad y lentitud.
No se lo tendremos muy en cuenta a Lee porque es un cineasta excepcional, pero Cabalga con el diablo no salió como debería haber salido.

Lo mejor: La realización de Lee y los paisajes naturales de la cinta.
Lo peor: Es aburrida y nunca logra interesar verdaderamente.