Interesante drama humano al que le lastra el romo ritmo.
Pero se sigue con agrado por su consistencia en el guión, que avanza seguro en todo momento hasta llegar a un precioso final.

Una historia dolorosa, dramática, donde la soledad y el remordimiento se unen a la desesperanza y la búsqueda del propio camino para avanzar en la vida tras sufrir tragedias personales.

El film no es original en sí, pero sus mimbres funcionan, siendo eficaz.
A todo ello, no es que ayude, sino que refuerza sobremanera, las excelentes interpretaciones, destacando Brian Tyree Henry, siempre buen actor, pero en esta ocasión soberbio en su sencillez de la demostración del intento de superación en la vida y su empatía y generosidad para con la protagonista.

Una cinta dura en el fondo, pero conmovedora en ocasiones, un hermoso canto a la pura amistad y siempre muy digna, que no deja indiferente aunque tampoco apasiona, pero está francamente bien.

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