Excelente film británico de intriga y suspense en medio de una época bélica, como es la II Guerra Mundial, en el frente italiano.

Ralph Thomas logra una película que llega a conmover con la historia de los niños que intentan fugarse, y lo hace de forma sensible, con la propia fuerza de las impresionantes imágenes.

Momentos como la celebración en el convento del Yon Kipur, ponen los pelos como escarpias y cuando los niños deben decir en voz alta el nombre de sus familiares asesinados se llega a extremos de gran hondura humana.

El resto entra lleno del género propiamente de intriga, con los alemanes intentando sonsacar a las monjas información importante para ellos.

También hay humor, ingenuo, entre las hermanas del convento y no falta una entrañable historia de amor entre una bellísima novicia y el coronel italiano.

Tiene de todo pues para gustar a toda clase de público, sin duda con la inestimable ayuda de las estupendas interpretaciones de todo el elenco interpretativo donde sobresalen las tres actrices principales, encarnando magistralmente tan distintos pero complementarios personajes: Lilli Palmer, una vez más bellísima y muy digna, Sylvia Syms como la novicia e Yvonne Mitchell, espléndida en su papel de monja con remordimientos de conciencia al creer que no están actuando bien.

Una película no muy conocida que merece verla o revisitarla pues contiene grandes méritos cinematográficos, tanto técnicos como humanos.

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