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Spain Spain · Barcelona
Tombol rating:
7
Drama Vinz (Vincent Cassel), who is Jewish, Hubert (Hubert Kounde), who is Black, and Said (Said Taghmaoui), who is Arabic, are young men from the lower rungs of the French economic ladder; they have no jobs, few prospects, and no productive way to spend their time. They hang out and wander the streets as a way of filling their days and are sometimes caught up in frequent skirmishes between the police and other disaffected youth. One day, a ... [+]
Language of the review:
  • es
April 6, 2022
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Definitivamente sí, la catalogo de "buena", aunque no me ha hecho pasar un buen rato precisamente. Y es que estar durante 97 minutos en compañía de estos ejemplares de "homínidos" no ha sido plato de gusto.

El mundo de la civilización moderna, del desarrollo, el mundo que se rompe los cuernos para traer a inmigrantes a los que incorporar a su modus vivendi. Aquí están, son el resultado de miles de años de evolución, son los hijos del mundo perfecto y evolucionado que el Sr. Darwin nos endosó. Aplauso con orejas.

El Director nos viene a decir que esos seres marginados, son inmigrantes adoptados por un país rico, están llenos de odio, odio inducido por una sociedad cargada de violencias, de agresiones, de brutalidad. La espoleta para que ese odio explote es la muerte de un amigo a manos de la Policía.

La película es de 1995. Pero podría ser de hoy. Bueno, no, les faltan los móviles en los bolsillos.

"El odio" es valioso como retrato social actual, como documento veraz del comportamiento de un sector social. Más no es tan valioso como análisis de las causas de ese comportamiento. Durante todo el metraje el odio ya está dentro de sus protagonistas, pero no sabemos bien de dónde viene.

El odio se dirige a todo lo que se mueve: A los de tu misma raza, a los de tu misma condición social, a los miembros de otras tribus, a los policías, a las mujeres... ellos son el odio encarnado. El Director ha tenido la decencia de no enfocar el argumento hacia cuestiones racistas, ello le ennoblece. Y sirve de hipótesis demostrativa de que las cuestiones racistas no son la causa de esas violencias interiores.

El mundo en el que han crecido y se han desarrollado nuestros protagonistas es un mundo inundado de fealdad. El blanco y negro del Director la ha potenciado aún más. Edificios horribles, cascotes, espacios impersonales, escombros, furgones policiales... el paisaje está formado de lugares comunes, típicos de nuestras maravillosas ciudades modernas.

Digo que "El odio" tiene el mérito de reflejar al joven de barriada pobre de hoy. Al inmigrante. Pero también al no inmigrante, ¿o no? Esos jóvenes, deshechos humanos, nos muestran la desoladora imagen de la realidad: Quizás nunca la especie humana había caído tan bajo.

Los policías no son mejores que los marginados. El Estado, tan bueno él que busca la protección e integración del inmigrante, cultiva esos miembros policiales tan amorosos que ayudan a la integración de todos y todas. Sí, mensajes propios de la coherencia institucional que se nos regala a menudo.

Las actuaciones, la fotografía, la música, todo raya a buen nivel. También hay detalles durante toda la cinta que nos aportan pequeños elementos para la reflexión: Los carteles publicitarios, algunos diálogos entre los protagonistas, etc.


En conclusión, la película no te edificará el alma, más bien te la enmerdará, pero es cierto que el enfoque es objetivo y realista, la veo útil como retrato de la marginalidad. A veces hay que ensuciarse de barro para darse cuenta luego de que hay que lavarse. Un 7,4.
Tombol
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