Creo que el gran atractivo que tienen los Western es la creación de ese mundo en el que no existe apenas las leyes de los hombres, las leyes del Estado, un mundo que al estar libre de ataduras restrictivas permite que afloren todo tipo de impulsos humanos de forma natural, buenos o malos, y de alguna manera nos retrotrae a un mundo muy libre.
Por eso ese mundo libre nos conecta tan fácilmente con esos paisajes majestuosos, esas pradera sublimes, con ese mundo salvaje y espontáneo, todo en un western respira libertad.
Y como no podía ser de otra manera "el hombre de Laramie" respira de ese aire. Se nota que Mann sabe manejar con buen pulso la cámara y nos transmite fantásticamente ese mundo del salvaje Oeste.
Pero como tampoco puede ser de otra manera, un western no solo vive de los elementos naturales que lo nutren, sino también de una buena y bien contada historia. Y es aquí donde me parece que esta obra flojea claramente.
Porque finalmente solo veo al personaje que actúa James Stewart como bien construido; porque el papel de la chica de la tienda lo veo flojo e innecesario; tampoco se entiende bien la evolución de Vic (Arthur Kennedy), no me acabo de creer su desarrollo; me resultan muy forzadas las escenas del viejo terrateniente en la última media hora de película; la resolución de los conflictos en ese tramo de película los encuentro forzados con calzador; incluso veo que esa media hora final avanza a trompicones y de manera confusa.
Y es que no puedo evitar ver esas carencias de guión, pienso que seguramente proceden de las necesidades de la industria cinematográfica, que hayan exigido algún tipo de "relación en la que haya una mujer", o de que la duración de la cinta no sobrepasase un tiempo determinado. De lo que no cabe duda es que el último tercio de la película saltan demasiadas costuras del traje.
Por supuesto que hay cosas rescatables, los valores como el honor, el valor, el sentido de justicia, la ponderación, nos recuerdan de que no somos zafiedad, interés, egocentrismo, rencor, etc. como parece que nos venden que hay que ser el cine de hoy. Da gusto escuchar diálogos inteligentes, sin ningún "focking mother" de por medio, parece imposible. La actuación de Stewart es magnifica. Los planos y escenas de paisajes, del trotar con los caballos, los encuadres de muchos momentos, son muy disfrutables.
En definitiva no es mala película, pero el que la historia decaiga como lo hace y que sus inconsistencias de guión me sean tan evidentes, todo eso penaliza, y bastante. Un 6.